sábado, 16 de enero de 2010

Divulgar la ciencia




Hay ocasiones que no se pueden desaprovechar; como la de asistir a una mesa redonda integrada por Miguel Delibes, José María Bermúdez de Castro, Manuel Lozano, Juan Varela y Carlo Frabetti. Cuatro grandes científicos y divulgadores y un excelente periodista (Varela) especializado en las nuevas tecnologías (no desde un punto de vista comercial para alabar las bondades del último artefacto, sino haciendo uso del mejor espíritu crítico). La cita era en la Casa de la Ciencia de Sevilla, esa nueva institución que pretende activar la tarea divulgadora en la ciudad de la Giralda. Yo tuve la suerte de poder acudir a tan señalada cita con los columnistas de "La ciencia es la única noticia", del diario Público. Periódico este que podrá gustar más o menos pero que tiene una sección de Ciencias envidiable, probablemente la mejor y más extensa del país.

El tema que nos congregaba allí a científicos, periodistas, divulgadores y profesores (ésta era básicamente la composición de la audiencia que casi llenaba la sala) era la divulgación científica, o mejor, la comunicación científica, como prefirieron decir algunos de los miembros de la mesa, y su enorme importancia en el mundo de hoy para formar a la población, fomentar en ella el espíritu crítico y, también hay que decirlo, incrementar las vocaciones científicas en nuestros jóvenes (parece ser que últimamente están llegando a las carreras de ciencias alumnos mejor preparados que hace unos años, aunque cuantitativamente la situación es preocupante y en algún caso hay más profesores que alumnos). El debate se centraba en cómo divulgar la ciencia sin perder el rigor necesario pero,a la vez, de manera que no ahuyente al público no especialista al que va dirigido el mensaje. Asimismo se debatió sobre los diferentes medios (televisión, conferencias, prensa, webs y blogs o radio, entre otros), destacándose el cada vez más importante papel de los blogs (como el magnífico de ciencias de Público), en los que los lectores pueden dar su opinión y hacer sus propias aportaciones (como las del perspicaz y lúcido "Galileo Galiciano", uno de los asiduos de "La ciencia es la única noticia"). Y, cómo no, hubo algunas amargas quejas de la poca atención que prestan los políticos a los científicos. El profesor Lozano Leyva denunció que no es raro que el político se asesore por un ecologista en vez de hacerlo por un catedrático de Ecología. Y un asunto grave: no podemos dejar que nuestro nivel de formación científica se hunda mientras que otros países que parten con desventaja apuestan fuerte por el desarrollo y la formación científicas, conscientes del papel que eso desempeña en su progreso e independencia.

Necesitados, muy necesitados, estamos de iniciativas como las de la Casa de la Ciencia de Sevilla y el joven diario Público. Gracias.   

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