Mal futuro tiene un país si la labor científica no es apoyada suficientemente por sus dirigentes y/o cuenta con un escaso reconocimiento social. En el diario El mundo de 5 de noviembre de 2008, bajo el titular "Los investigadores aprueban por la mínima al Gobierno y suspenden a la empresa privada", se nos presenta una encuesta a varios científicos españoles de relieve sobre el apoyo que reciben de las instituciones y de la empresa privada.
Los investigadores elegidos puntúan del cero al cinco los aspectos sobre los que se les cuestiona. Aquí hemos seleccionado dos preguntas:
1) ¿Cómo puntúa el reconocimiento social hacia la ciencia?
Manuel Aguilar, especialista en física de partículas en el CIEMAT, da un 1; José Cernicharo, astrofísico del CSIC, puntúa con un 2; Esteban Domingo, virólogo del CBM, califica con un 3; Carlos Duarte, biólogo experto en ecosistemas acuáticos, da un 2; Carlos M. Herrera, experto en Ecología Evolutiva e investigador en Doñana, da un 3; David Morris, profesor de investigación de Metalurgia Física en el CSIC, da un 2; Luis Oro, químico especialista en compuestos organometálicos de la Universidad de Zaragoza puntúa con un 3; Luis Vega, experto en dinámica de vórtices e investigador del departamento de Matemáticas de la UPV, da un 1; y Enrique Zuazua, matemático de la UAM, califica con un 3. Es decir, en este aspecto la puntuación media es tan sólo de un 2,2 (de un máximo de 5). Sobran comentarios.
2. ¿Recibe suficiente apoyo el área en el que desarrolla su labor científica?
Manuel Aguilar da un 3; José Cernicharo da un 4; Esteban Domingo puntúa con un 1; Carlos Duarte con un 3; Carlos M. Herrera con un 2; Davis Morris con un 2; Luis Oro con un 3; Luis Vega con un 4; y Enrique Zuazua puntúa con un 1. Esto nos da una valoración media de 2,6. Pobre resultado también, aunque algo menos bochornoso que el anterior.
En este momento, dado el panorama, nos parece muy oportuno incuir en esta entrada de "El devenir de la Ciencia" la siguiente cita del historiador de las ciencias Juan Pimentel, extraida del interesante y ameno libro "Jorge Juan, Mutis, Malaspina. Viajeros científicos. Tres grandes expediciones al Nuevo Mundo" (Nivola, Madrid, 2001), p. 81:
"La política científica de una nación o de un imperio ha sido siempre un síntoma y una causa de su posición en el mundo. La cultura y los conocimientos de un país revelan y provocan su grandeza. Su descuido, por el contrario, produce su atraso y lo delata".
Los docentes luchamos día a día por educar y elevar los conocimientos de nuestros jóvenes, ciudadanos del mañana, pero lo cierto es que, hoy en España, somos muchos los que tenemos una visión pesimista sobre este asunto (pesimismo que creemos que es realismo). Tal vez, eso deseamos, estemos equivocados.
Que raro...No vi un solo cientifico social....
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