(Imagen: Isaac Asimov; procedente de www.wwu.edu)
¿Es un tópico que los científicos son despistados?
Ciertamente son numerosos los casos de científicos despistados y muchas las anécdotas que se pueden contar sobre ello. Sin embargo, no es que sea una característica intrínseca del científico (eso creemos) sino que el investigador suele tener su mente ocupada con complejos asuntos que en ocasiones (o frecuentemente) hacen que se les pase por alto hechos o asuntos cotidianos que suceden a su alrededor; asiduamente, pero no siempre, están en una órbita diferente, y distante, de la de los demás mortales. Pero son tan humanos como el resto.
En el artículo "El profesor distraído", Isaac Asimov (1920 - 1992), gran maestro de la divulgación y de la ciencia ficción y autor muy prolífico (y sin embargo riguroso), nos narra algunas de estas jugosas anécdotas de despistes.
Mencionamos hoy en "El devenir de la Ciencia" una de ellas. Cuenta Asimov que Platón (427 - 347 a.C.) escribió que Tales (624 - 546 a.C.) estaba caminando solo una noche observando el cielo salpicado de titilantes estrellas, sin fijarse dónde ponía los pies, de manera que (fatal descuido) fue a caer a un pozo. Una anciana acudió al oír los gritos del sabio y le ayudó a salir. La vieja dijo con desprecio: "aquí está un hombre que quiere estudiar las estrellas y no sabe lo que tiene bajo sus pies". A veces la fijación intelectual tiene sus riesgos.
El artículo "El profesor distraído" de Asimov está incluido en una interesante antología de artículos de divulgación de dicho escritor, titulada "Viaje a la Ciencia" (Susaeta Ediciones; Gerona, 1995). En el mencionado libro encontramos numerosos artículos, bien seleccionados, de Isaac Asimov. Entre ellos, además del que se hace aquí referencia, podemos citar como ejemplos: "¿Qué es el Universo?"; "La revolución de un solo hombre" (sobre los cruciales logros científicos de Albert Einstein); "Ozono"; "El doble descubrimiento de la evolución"; "Mala suerte" (sobre las penalidades sufridas por el astrónomo francés Le Gentil en los intentos de observación de los tránsitos de Venus); "Científicos herejes"; "Los científicos son seres humanos"; "El autocontrol" (sobre fraudes y plagios en ciencias); "La ciencia y la tecnología"; "La feminización de la ciencia ficción" (que concluye así: "siempre lo he dicho: liberemos a las mujeres, y los hombres también nos liberaremos"), ...
Asimov no pierde vigencia. Ni encanto.
Siempre resulta interesante leer tus artículos.
ResponderEliminar¡Hombre¡...un poquito despistados sí que son, al menos algunos(Tales), aunque estoy de acuerdo con que hay que entender el despiste como ocupación en otros menesteres diferentes de la cotidianeidad que nos absorbe y envuelve al común de los mortales, y no tanto a los "Filósofos, pensadores, científicos...".
Mª Ángeles Pérez.