martes, 21 de julio de 2009

¿Para qué el LHC? (II)

[Portada del libro de Alberto Casas sobre el LHC; de www.catarata.org]
Me llevé a la playa para leer un librito de divulgación científica en vez de uno de esos ladrillos best sellers (rarezas que tiene uno). Se trataba de "El LHC y la frontera de la física" ( Colección "Qué sabemos de"; CSIC - Los Libros de la Catarata; Madrid, 2009), del físico teórico Alberto Casas.
El LHC ha estado, está y, sin duda alguna, estará mucho más en los medios en los próximos meses y años, ya que será un auténtico manantial de novedades científicas, tal vez revolucionarias. Los ciudadanos modernos no podemos estar al margen de estos acontecimientos de tanto calado. Y si los contemplamos con un conocimiento mínimo, pero sólido, de lo que allí se cuece la experiencia será muy enriquecedora. Alberto Casas con su libro nos echa un cable y se lo agradecemos.
Pero el opúsculo divulgativo de Casas, magistralmente escrito, cristalino y ameno, no se ciñe sólo a la descripción técnica del LHC, "la máquina de la verdad" (aceleración, colisión, detección y análisis) y a justificarnos su utilidad (en ciencia básica y en tecnología), sino que, muy acertadamente, nos explica previamente el marco teórico que nos permite descubrir la verdadera dimensión de los experimentos que se pretenden llevar a cabo en el gigantesco acelerador y darles sentido. Así hace un recorrido por las principales teorías de la física moderna, sus pilares: Relatividad (Especial y General) y Mecánica Cuántica. El cual nos conduce al Modelo Estándar , la frontera actual de la física, a la "partícula maldita" de Higgs y a la "Física más allá del Modelo Estándar". Por último, en el capítulo "¿El fin del mundo?", Alberto Casas rebate científicamente, como no podía ser de otra manera, las tesis de los agoreros y nos da argumentos tranquilizadores.
Concluimos la reseña de este librito imprescindible (ciertamente lo es) con algunos datos sorprendentes que nos aporta Alberto Casas sobre el LHC en la introducción de su magnífico trabajo y que nos abre el apetito para conocer más y sumergirnos en la lectura posterior:
- El LHC consta de un anillo de 27 km de circunferencia dentro de un túnel a 100 m de profundidad próximo a ginebra.
- Además de ser una máquina gigantesca es también el congelador más grande y potente del mundo, siendo capaz de mantener el gran anillo (de unas 40.000 toneladas) a una temperatura de tan sólo -271,3 ºC, muy próxima al cero absoluto.
No existe en todo el universo conocido ningún lugar más frío.
- Sin embargo, paradójicamente, en el interior de la gran máquina aceleradora de partículas se producirán temperaturas unas 100.000 veces la del interior del Sol (tan sólo en el minúsculo espacio donde tendrán lugar algunas de las colisiones).
- El LHC recreará las condiciones del universo apenas una fracción de segundo después del Big Bang, algo sin precedentes.
- La presión en el interior del anillo por el que circularán los protones es 10 veces inferior a la de la Luna, por lo que dicha cavidad circular es uno de los lugares más vacíos del Sistema Solar.
- La velocidad de los protones será un 99,999999 % de la de la luz. Por tanto, cada uno de ellos dará unas 11.000 vueltas por segundo al gigantesco anillo.
- En los lugares establecidos para ello se producirán 600 millones de colisiones individuales protón-protón por segundo, creándose (por conversión de buena parte de la energía cinética de los protones en materia) cientos de partículas que habrán de ser detectadas con aparatos electrónicos muy sofisticados de enormes dimensiones.
Son sólo algunos ejemplos de datos técnicos del LHC que nos señala Alberto Casas y que, rápidamente, nos estimulan para saber más, para penetrar en este fascinante mundo de la física de hoy, y de mañana, cuando vayamos más allá de las fronteras actuales del conocimiento del Universo.

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