La película, simpática y entretenida, narra la historia del médico británico Joseph Mortimer Granville, inventor del vibrador eléctrico, que aplicó en la década de 1880 para el tratamiento de la "histeria femenina" (hipotética enfermedad con variados síntomas como insomnio, retención de líquidos, espasmos musculares o irritabilidad). Las pacientes acudían a la consulta del acomodado doctor para que este, cuidadosamente, les diera un estimulante masaje pélvico, hasta que las damas alcanzaran el paroxismo u orgasmo. El joven doctor Mortimer, ayudante del titular de la consulta, agobiado por los calambres que le habían provocado en su mano los largos y continuos masajes en los genitales de las pacientes, decide probar con un artefacto vibratorio alimentado por un aparatoso generador eléctrico. El éxito parece tenerlo asegurado.
Pero la divertida comedia es también un magnífico escaparate de la época victoriana, particularmente en lo que respecta a los avances de la ciencia y de la técnica: el joven doctor es un defensor de la asepsia y la antisepsia
cuando todavía no se habían implantado sistemáticamente en los
hospitales (un elevado porcentaje de pacientes intervenidos
quirúrgicamente fallecían por infecciones postoperatorias en la segunda
mitad del siglo XIX, cambiando radicalmente la situación con la crucial
aportación de Joseph Lister); vemos en el filme el uso del novedoso teléfono (en 1876 Alexander Graham Bell realizó la célebre conferencia telefónica desde Boston a Salem, distante 22 km); la tecnología eléctrica se desarrolla vertiginosamente; la libertad y la independencia viajan en modernas bicicletas
con las dos ruedas del mismo tamaño, mecanismo de transmisión de cadena
y engranaje, pedales, etc. Es una época en la que surgen todo tipo de
artefactos (consolador eléctrico incluido). Y también se popularizan
algunas disciplinas, hoy pseudociencias, como la frenología o arte
de determinar la personalidad estudiando la forma del cráneo (vemos en
la película cómo lo hace la hija del veterano doctor especialista en
histeria femenina con el joven Joseph Mortimer Granville).
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