miércoles, 28 de diciembre de 2011

El litro, con mayúscula

El litro es una unidad de capacidad o volumen, adoptada por la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en 1879, que no es del Sistema Internacional de Unidades, donde el volumen se mide en metros cúbicos. Un litro equivale a un decímetro cúbico de volumen, o lo que es lo mismo, a un volumen de un cubo de 1 dm o 10 cm de lado. Por tanto, un litro no es otra cosa que la milésima parte de un metro cúbico (1 m3 = 1000 dm3 = 1000 litros =1 kilolitro). Su símbolo es l o L. ¿En qué quedamos? ¿Lo escribimos con mayúscula o con minúscula? En esto de las unidades hay que ser bastante estricto.


El caso es que sólo debe usarse el símbolo de la unidad en mayúscula cuando corresponde a la inicial del nombre de algún científico (K, de Lord Kelvin; W, de Watt; A, de Ampère; J de Joule; etc.). Cuando era estudiante, y en mis primeros años como profesor, siempre vi escrito el símbolo de litro en minúscula (l), pero observo que últimamente suele aparecer en los libros de texto en mayúscula (L). ¿Por qué? ¿Acaso existió algún científico llamado Litre? Pues sí, sí que hubo un importante científico francés apellidado Litre: Claude Émile Jean-Baptiste Litre (1716 - 1778). Mas sólo existió ... en la lúcida imaginación de Kenneth A. Woolner (1934 - 2008), de la universidad canadiense de Waterloo, quien se inventó el personaje en 1978 (bicentenario de la "muerte" del ficticio científico galo) publicando un artículo sobre el mismo en la revista Chem 13 News, una inocentada en toda regla que salió en abril (hoy, 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, la recordamos en "El devenir de la ciencia"). Tengamos en cuenta que en los países anglosajones y otros el día dedicado a gastar bromas es el primero de abril (conocido como "Poisson d´avril" en Quebec y por "April fools´day"  en el resto de Canadá). No le faltó ingenio a Woolner, pues el artículo es ciertamente brillante. La idea de Woolner fue insertar en la historia de la ciencia del siglo XVIII, en un contexto fielmente narrado, a su intruso, Litre, de manera que sólo lo referente a éste fuera inventado, todo lo demás serían datos históricos ciertos. Su pulida broma de abril incluía una laguna biográfica de quince años con la finalidad de que los lectores pudieran contribuir a completar la historia de Litre con sus imaginativas aportaciones. Alguien tuvo la ocurrencia de darle una hija a Litre, llamada Millie. Es decir, Millie Litre (mililitro).

Pierre de Maupertuis (1698 - 1759) habría sido el mentor científico del joven Litre, de gran talento matemático. Así, participaría en la expedición científica de 1736, dirigida por Maupertuis, a la Laponia sueca para tomar medidas precisas que pudieran determinar la forma de la Tierra (que según la teoría de Newton sería un esferoide achatado por los polos debido a la rotación terrestre). En Suecia Litre entablaría amistad con el astrónomo de Uppsala Anders Celsius (1701 - 1744). Dice Woolner en su artículo que "sin duda, la preocupación de Celsius por las mediciones precisas, y su elaboración de la escala centígrada,  tuvieron una decisiva influencia en la posterior decisión de Litre de dedicarse a la fabricación de instrumental científico". "Sus cilindros graduados y sus buretas (Litre las diseñó y a él se debe su nombre) eran codiciados por los químicos de toda Europa". Su obra principal fue "Études Volumétriques" (1763), traducida al inglés y al alemán. Todo es verdadero menos lo que hace referencia a Claude Émile Litre, claro.

Pero, ¿por qué Woolner se inventó el personaje? ¿Simplemente por gastar una broma? Resulta que en ciertas fuentes tipográficas l se confunde con el número 1 y, para evitarlo, sería conveniente designar al  litro por L. Y, puesto que sólo se puede usar el símbolo de una unidad en mayúscula cuando procede del nombre de un científico (como N, newton, la unidad de fuerza, de Isaac Newton), Woolner pensó que ya que no existía el tal Litre (ni nadie de nombre semejante que pudiera justificar la L como símbolo) "parecía razonable inventárselo".

Puesto que la causa es noble y el ingenio de su autor notable, quien escribe se suma a la original broma de Woolner y en mis clases utilizaré siempre el símbolo L, en mayúscula, para el litro (la Conferencia General de Pesas y Medidas estableció en 1948 la l, minúscula, como símbolo del litro; en 1979, en cambio, admitió tanto el uso de l como de L). Mas, no lo olvidéis, en el Sistema Internacional medimos el volumen en metros cúbicos.

[Nota: Esta anécdota está recogida en el delicioso libro Historia de la ciencia sin los trozos aburridos, recomendado en este blog, de Ian Crofton; Ariel, 2011]   

Ya puedes votar a "El devenir de la ciencia"

jueves, 22 de diciembre de 2011

Feliz Navidad, amigos

Feliz Navidad, amigos de "El devenir de la ciencia", y mis mejores deseos para todos en el inminente 2012. Tranquilos, que no se acaba el mundo. Salud y paz de espíritu para todos, seguidores de este modesto blog de divulgación y de encuentro entre la ciencia y el resto de las expresiones culturales. Aprovechemos la crisis para hacer todo lo posible en cambiar un poco nuestro mundo, en el que hay tantas cosas que no nos gustan y que, ahora, hemos visto con total nitidez. La crisis nos brinda una oportunidad de cambio, que debe empezar por nosotros mismos, ¿vamos a desaprovecharla?





martes, 13 de diciembre de 2011

Otra mirada al Paleolítico

[Bisonte pintado en la cueva de Altamira (Santillana del Mar; Cantabria).
Imagen procedente de  http://www.mascosas.net.eu.org/]


Mucho me temo que estoy convirtiéndome en un tipo raro. Raras son mis aficiones, raros mis programas preferidos. Me gusta, cada vez más, ese oasis mágico que es la segunda cadena de TVE (esperemos que, con otras miras, no sea torpedeada). Y entre la rica variedad de programas culturales y divulgativos (casi siempre amenos, en contra de lo que podría pensarse a priori) me interesa especialmente La mitad invisible, dirigido por Blanca Flaquer y conducido con su singularísimo estilo por Juan Carlos Ortega, raro entre los raros (para nuestro disfrute). El pasado sábado en la tarde, en el susodicho espacio televisivo, se analizaba la mitad invisible, la menos conocida, de la cueva de Altamira (y de sus enigmáticos artífices), magnífico tesoro del arte rupestre.

¿Queréis cruzar el umbral que nos lleva?

(Para ver el programa pínchese aquí). 

domingo, 4 de diciembre de 2011

Escritor extraordinario


[Nicanor Parra, poeta y físico teórico, en Oxford, adonde llegó en 1949 con la intención de doctorarse en Cosmología (con corbata oscura y maletín); imagen procedente de

"El verbo ser es una alucinación del filósofo" (Nicanor Parra).



Todo es extraordinario en el recién galardonado con el Cervantes, el más importante premio literario hispano, el poeta chileno Nicanor Parra. Para empezar, tiene 97 años, nació en el lejano 1914. Hijo de un maestro y de una tejedora y modista de origen campesino, ambos con aficiones musicales que heredarían hijos y nietos. Es un revolucionario de la poesía, creador de la antipoesía, donde el humor, la ironía y el lenguaje coloquial sustituyen al modelo clásico. Y por si todo ello no fuera ya singular, el hacedor de antipoemas es también matemático y físico teórico. Esto, quizá, no sea tan raro, pues quien bien conoce la matemática y la física halla en ellas una belleza casi poética. 



En 1943 se traslada a Estados Unidos, becado para profundizar en el estudio de la Mecánica, regresando en 1946. Pasa a ser profesor de Mecánica Racional en la Universidad de Santiago de Chile. En 1949 marcha a Inglaterra con una beca del Consejo Británico con la finalidad de estudiar cosmología en Oxford. En 1996 concluye su dilatada labor docente, tras más de cincuenta años dedicado a enseñar la física desde su enfoque más matemático ("he perdido la voz haciendo clases", "y qué decís de esta nariz podrida por la cal de la tiza degradante").  Allá, en la Universidad de Santiago de Chile, fundó junto con el poeta Enrique Lihn el Instituto de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ingeniería. Carmen Alemany en su biografía del físico y poeta chileno para el Centro Virtual Cervantes ("Nicanor Parra, el francotirador de la poesía") nos dice de él: "Esta ecléctica formación que, de manera natural, vincula el folclore popular y lecturas poéticas improvisadas con la racionalidad del espíritu científico marcará una obra peculiar, inédita, inconfundible y distinta".

[Nicanor Parra, profesor de Mecánica Racional (1964). Imagen procedente de:

Recomendamos escuchar el audio del programa "El ojo crítico" (RNE1) correspondiente al día 1 de diciembre, dedicado en buena parte a Nicanor Parra (pínchese aquí).  Y de la maravillosa web www.madrimasd.org, sección de "Poesía y ciencia" (curioso y fructífero maridaje), traemos estos dos poemas, o antipoemas, de Nicanor Parra. Se verá que el humor no falta, particularmente en el dedicado a Sigmund Freud (tan de actualidad por la película de David Cronenberg, Un método peligroso):
 

EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES
Un rey en viaje cae a un pozo profundo
nadie tiene la menor idea de cómo salvarlo
hasta que un paje llamado Arquímedes
recomienda comunicar el abismo
con una laguna de la vecindad
y el rey subió con el nivel del agua.






SIGMUND FREUD


Pájaro con las plumas en la boca
Ya no se puede más con el psiquiatra:
Tolo lo relaciona con el sexo.

En las obras de Freud es donde vienen
Las afirmaciones más peregrinas.

Según este señor
Los objetos de forma triangular
- Plumas fuente, pistolas, arcabuces,
Lápices, cañerías, guaripolas-
Representan el sexo masculino;
Los objetos de forma circular
Representan el sexo femenino.

Pero el psiquiatra va más adelante:
No solamente conos y cilindros
Casi todos los cuerpos geométricos
Son para él instrumentos sexuales
A saber las Pirámides de Egipto.
......

Síntoma principal:
Todo lo relaciona con el acto
Ya no distingue la luna del sol
Todo lo relaciona con el acto
Los pistones son órganos sexuales
Los cilindros son órganos sexuales
Las tornamesas órganos sexuales
Las manivelas órganos sexuales,
Los altos hornos órganos sexuales
Tuercas y pernos órganos sexuales
Locomotoras órganos sexuales
Embarcaciones órganos sexuales.

El laberinto no tiene salida.

El Occidente es una gran pirámide
Que termina y empieza en un psiquiatra:
La pirámide está por derrumbarse.







Un cuento matemático para Ulises



Ayer sábado no pudimos pasar un buen rato con el singular humorista Juan Carlos Ortega, colaborador insustituible de "No es un día cualquiera" (RNE1), aquejado este de un dolor de muelas. Disfrutamos, sin embargo, escuchando uno de sus cuentos para Ulises (su pequeño hijo), uno de esos cuentos raros, escritos al estilo de los de antaño, que nos hacen sonreír y pensar. Llevaba el cuento por título El niño 1382, y empezaba así:

"Había una vez en un país muy lejano un niño de diez años que se llamaba 1382. Lo habéis oído bien, 1382 era su nombre. El pequeño 1382 triste estaba por tener un número como nombre ...".

Puede escucharse el cuento pinchando aquí

Nos viene como anillo al dedo este cuento para cerrar el Centenario de la Real Sociedad Matemática Española (1911 - 2011). Pero para seguir pasándolo bien con las matemáticas más allá de este centenario no deberíamos dejar de visitar la web de divulgación Divulgamat. Visita obligada que no nos defraudará.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un método peligroso y una película necesaria


Es siempre una magnífica noticia encontrar en la cartelera de nuestros cines más comerciales una película sobre las vicisitudes y experiencias, vitales e intelectuales, de hombres y mujeres de ciencia que desempeñaron un papel notable en el devenir del conocimiento. Y si el filme es de la calidad de Un método peligroso (David Cronenberg, 2011)sin duda estamos de enhorabuena. La película narra las relaciones (no siempre profesionales) entre Sigmund Freud (padre del psicoanálisis), Carl Jung (discípulo de Freud, con quien discrepó, alejándose de sus tesis) y la joven paciente rusa de origen judío Sabina Spielrein (que se hizo amante de Jung, el cual  no pudo evitar sobrepasar el umbral deontológico del médico y se deja llevar por sus pasiones,  llevando la relación con la paciente al nivel de lo más íntimo, el sexo, no sin conflictos internos), la cual, una vez superada su histeria con el tratamiento psicoanalítico de Jung, llegó a ser una psiquiatra y psicoanalista de relieve, influyendo en Jung (concepto de arquetipo) y en el mismísimo Freud (pulsión de muerte). Todo ello en el apasionante contexto del corazón de la Europa de comienzos del siglo XX, antes del inicio de la I Guerra Mundial. Los diálogos y la relación epistolar entre los protagonistas constituyen la columna vertebral de la película de Cronenberg (se nota que es una adaptación, bien realizada, de una obra de teatro). El filme no resulta redondo, es imperfecto pero interesante y sugerente y, a poco que se tenga una pizca de curiosidad histórica e intelectual, motivará al espectador a indagar más en la historia del psicoanálisis, sus controversias, y en la biografía de tan interesantes personajes.

[En primer plano, sentados, Sigmund Freud (en la esquina inferior izquierda de la foto) y Carl Jung (en la esquina inferior derecha; 1909;  imagen procedente de 

Queda claro en la película cómo Jung se fue apartando de las ideas de su mentor, Sigmund Freud, pues discrepaba de la importancia que daba el padre del psicoanálisis a la sexualidad. Asimismo vemos cómo maestro y discípulo difieren en sus planteamientos y discuten sobre ellos; los de Freud más cimentados en lo empírico,  se muestra más positivista (aunque pródigo en especulaciones), y los de Jung con influencias místicas, que nada gustan al primero. Una de las escenas más interesantes de la película (Un método peligroso)  es cuando vemos a Jung, cronómetro en mano y asistido por su joven y atractiva paciente Sabina Spielrein,  poniendo en práctica en el hospital psiquiatríco de Zurich donde tenía su consulta su método de la libre asociación de ideas, prueba que consiste en anotar la respuesta espontánea del paciente (en este caso su propia mujer) a una batería de preguntas en forma de palabras cuidadosamente seleccionadas, con la finalidad de bucear en el inconsciente del paciente y determinar así la posible causa del comportamineto patológico o anómalo del examinado. 




Lo cierto es que estamos deseosos de buenas, aunque no lleguen a obras maestras, películas sobre personajes históricos de interesantes biografías, particularmente de hombres y mujeres de ciencia, tan olvidados por los directores de cine. No obstante encontramos algunos ejemplos de filmes de interés sobre científicos ilustres, como, por ejemplo: Giordano Bruno (Giuliano Montaldo, 1973); Galileo (Liliana Cavani, 1969); Galileo (Joseph Losey, 1974); Mikhailo Lomonosov (Aleksandr Proshkin, 1984; ¿quién se ha acordado del "gigante ruso", el genial Lomonósov, en el 300 aniversario de su nacimiento, precisamente en este año de intercambio cultural entre Rusia y España? ); La tragedia de Louis Pasteur (William Dieterle, 1936); Madame Curie (Mervyn LeRoy, 1943); Casas de fuego (Juan Bautista Stagnaro, 1995; sobre el médico argentino Salvador Mazza y el mal de Chagas); I ragazzi di via Panisperna (Gianni Amelio, 1989, sobre Enrico Fermi y su grupo de jóvenes investigadores, entre los que se encontraba el malogrado físico Ettore Majorana, de tan misteriosa historia); o Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001; sobre el matemático norteamericano John Forbes Nash).
Alguna película española nos encontramos sobre el asunto, como la valiente apuesta de Alejandro Amenábar, Ágora (2009), en la que la heroína es la filósofa, matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría. Y algunas series meritorias de TVE, como Ramón y Cajal (José María Forqué) , y Severo Ochoa: La conquista de un Nobel (Sergio Cabrera). Cuánto nos gustaría, sin embargo, que los cineastas españoles e hispanoamericanos se interesaran más por nuestros científicos, algunos de ellos de biografía apasionante. ¿Quién hará una buena película sobre  Miguel Servet, José Celestino Mutis o Antonio de Ulloa (por citar una brillante terna)?


ENLACES DE INTERÉS SOBRE LA PELÍCULA "UN MÉTODO PELIGROSO":

- http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/27/cultura/1322426019.html

- http://www.elcultural.es/version_papel/CINE/30137/Freud_versus_Jung

sábado, 19 de noviembre de 2011

Algunas curiosidades sobre la Tabla Periódica

[Imagen procedente de:

Dejo aquí la jugosa entrevista que realizó Manuel Seara ("A hombros de gigantes", RNE5) al catedrático de Química Inorgánica Pascual Román. Entre otros asuntos nos habla Román de los nacionalismos y localismos en la Tabla Periódica, pues algunos elementos llevan su nombre en recuerdo de un país o lugar, como es el caso del polonio (con grandes connotaciones nacionalistas, pues Marie Curie sufrió la represión que los rusos ejercieron sobre los polacos). Y no debemos olvidar tampoco los tres elementos químicos descubiertos por científicos españoles: platino, wolframio y vanadio. Explica Román el concepto de periodicidad y comenta algunas curiosidades sobre la Tabla Periódica. Y nos conmueve con la historia de Moseley, muerto muy joven en Galípoli, durante la Primera Guerra Mundial, quien hizo la crucial aportación de introducir el número atómico como criterio o pauta de ordenación de los elementos, en vez del peso atómico como hizo Mendeléiev (el británico relacionó en 1913 la frecuencia de los rayos X emitidos por diferentes elementos, al ser bombardeados con rayos catódicos, con el número atómico). Así Mendeléiev y Moseley son los padres de la Tabla Periódica actual. Una entrevista muy apropiada para disfrutar en este Año Internacional de la Química.
Aquellos a los que les da pánico el abordaje de la Tabla Periódica, que no sólo contiene valiosa información científica sino que es un bien cultural, pueden gozar y aprender con esta entrevista a Pascual Román. Y, por qué no, pasar un buen rato con esta canción sobre los elementos químicos del original (y a veces corrosivo) músico y matemático norteamericano  Tom Lehrer:



OTRAS ENTRADAS EN "EL DEVENIR DE LA CIENCIA" SOBRE LOS ELEMENTOS QUÍMICOS:

- "En la calle Almirante Ulloa de Sevilla". 



 [Henry Moseley; imagen procedente de: 
Y en recuerdo de aquel malogrado científico muerto en Galípoli (Turquía) dejo esta canción de Eric Bogle:

lunes, 14 de noviembre de 2011

Premios 20blogs

Premios 20Blogs


"El devenir de la ciencia" va a participar en la edición de 2011 de los Premios 20blogs que convoca el diario 20 Minutos. Lo hacemos en la categoría de "Ciencia, Tecnología e Internet". Ciertamente esto me hace más ilusión que comprar décimos de la lotería de Navidad.

martes, 8 de noviembre de 2011

Rubalcaba, Rajoy y el Gran Colisionador de Hadrones

 Ahí andan Rubalcaba y Rajoy tirándose los trastos a la cabeza, en un empobrecido debate a dos que poco nos aporta. Ya me lo esperaba. Es triste y deprimente que España haya caído en la trampa del bipartidismo, pendularmente pasamos de los unos a los otros y parece que no avanzamos o, como ahora, caemos en la fosa de una grave crisis cuyas consecuencias marcarán nuestro futuro. Eso sí, mañana los telediarios darán buena cuenta de este debate bipolar y mediocre, y TVE destacará los récords de audiencia y los millones de españoles que siguieron el debate. Debate encorsetado y estéril (¿encuentro dialéctico apasionante?), mero entretenimiento televisivo y alimento de tertulias políticas.


Apago mi receptor de radio, donde oía a los dos candidatos, y elijo la mucho más provechosa opción de escuchar el podcast de la última emisión del magnífico programa de divulgación científica "A hombros de gigantes", de RNE5, tan bien llevado por Manuel Seara. Entre otros asuntos de interés se hace un balance de las investigaciones realizadas en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). He aquí la sinopsis:


El LHC ha superado con creces los objetivos previstos para este año y ha proporcionado ingente información que ha permitido circunscribir el espacio donde se esconde el Bosón de Higgs y las partículas supersimétricas. De esta máquina extraordinaria y sus resultados hemos hablado con Antonio Pich, coordinador del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN). En nuestra sección dedicada al CSIC hemos entrevistado a Pascual Sanz, director del Instituto de Biomedicina de Valencia. El doctor Pedro Gargantilla nos habla del envenenamiento en Irak por mercurio. Resumimos las noticias científicas más destacadas de la semana. José Antonio López Guerrero nos habla de la Semana de la Ciencia que se celebra del 7 al 20 de noviembre, con entrevista a Emilio José García Caro, del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Verónica Fuentes, de SINC, nos informa del estudio del ¿zoo de galaxias? con Google Maps y miles de voluntarios; y de las propuestas electorales sobre ciencia de los distintos partidos, presentadas en un debate celebrado en el CSIC promovido por la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE). Nuria Martínez Medina firma la biografía de James Parkinson, y José Ignacio Pardo de Santayana nos habla de los mamíferos carnívoros que viven a nuestro alrededor sin que nos demos cuenta de su existencia.

Para escuchar el podcast pínchese aquí.

También en "El devenir de la ciencia" sobre el LHC:

- ¿Para qué el LHC? (I).
- ¿Para qué el LHC? (II).


  [Trabajador en el túnel del LHC; imagen procedente de:

martes, 1 de noviembre de 2011

Muerte

[Día de los muertos en México; imagen procedente de:
El DRAE define muerte como la "cesación o término de la vida". Pero el problema es definir qué es la vida. El filósofo de la ciencia Jesús Mosterín nos dice que desde que Erwin Schrödinger pronunciara en 1943  (en Dublín) una serie de conferencias sobre este asunto se han propuesto diferentes definiciones de la vida, pero cada una de ellas se centra en un aspecto esencial de los organismos vivos, resultando todas incompletas (como la definición metabólica, la termodinámica, la que se centra en el aspecto reproductivo y otras). 

Respecto a la muerte, desde un punto de vista termodinámico y biológico, Mosterín se expresa con esta brillantez y precisión:

"La muerte de la célula consiste en la pérdida de su individualidad, en su fusión con el entorno. Cuando un ser vivo muere, su individualidad colapsa y se confunde con el medio ambiente que lo rodea. Los seres vivos son efímeros, frágiles, improbables, en desequilibrio termodinámico con su entorno. Este desequilibrio siempre es provisional y hay que gastar energía para mantenerlo. Cuando la energía se agota, el organismo se desorganiza, el equilibrio se restablece, la diferencia se borra, el borde se difumina, la tensión se relaja, la individualidad desaparece, el ser vivo muere".

[De Ciencia viva (Reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo); JESÚS MOSTERÍN; Espasa, 2006, 2ª edición. Libro recomendado por este blog] 


lunes, 31 de octubre de 2011

Un maravilloso recorrido por la historia de la química

Va llegando, poco a poco, a su fin este Año Internacional de la Química. Todos deberíamos aprender algo más de esta ciencia. No dejéis de ver este documental, magnífico, donde se hace un pequeño pero apasionante recorrido por los principales descubrimientos de la Química. Está en inglés pero puede activarse la opción de subtítulos en español (pínchese abajo en CC):

viernes, 21 de octubre de 2011

De la ciencia ficción a la física de lo imposible

Física de lo imposible (Debolsillo, 3ª ed., Barcelona, 2011) es el sugerente título de un interesante libro de divulgación científica del popular físico teórico norteamericano (de padres japoneses) Michio Kaku (1947). Por si nos quedaba alguna duda del contenido del libro el subtítulo es bien elocuente: "¿Podremos ser invisibles, viajar en el tiempo y teletransportarnos?".  Muchos nos hemos hecho alguna vez estas preguntas, o hemos soñado con ello. 

Kaku, partiendo de la ciencia ficción, hace un recorrido por cuestiones como la invisibilidad, el teletransporte, la telepatía, las naves estelares, los antiuniversos, los viajes en el tiempo, los universos paralelos o la precognición, entre otras. Se atreve a hacer futurología científica, es decir, estudia el futuro realizando un análisis riguroso cimentado en la física, de la que es buen conocedor (Kaku es uno de los creadores de la teoría de campos de cuerdas).
Kaku, para quien "imposible" suele ser un término relativo, sistematiza su estudio futurológico dividiendo las cosas que son imposibles en tres categorías:

- "Imposibilidades de clase I". Incluye aquellas tecnologías que hoy son imposibles pero que no violan las leyes de la física conocidas. Son, por tanto, las imposibildades más posibles, pues en un futuro (acaso dentro de varios siglos) podrían ser realidades. Aquí incluye Kaku los campos de fuerza, la invisibilidad, los fáseres, el teletransporte, la telepatía, la psicoquinesia, los robots, extraterrestres y ovnis, naves estelares y los antiuniversos de antimateria. Un grupo pues bastante amplio de imposibilidades actuales.

- "Imposibilidades de clase II". Serían tecnologías, según Kaku, situadas en el límite de nuestra comprensión del mundo físico. "Si son posibles, podrían hacerse realidad en una escala de tiempo de miles a millones de años en el futuro", dice. Y aquí trata las máquinas del tiempo, la posibilidad del viaje en el hiperespacio y los viajes atravesando agujeros de gusano.
- "Imposibilidades de clase III". Son aquellas tecnologías que violan las leyes de la física conocidas. "Si resultaran ser posibles, representarían un cambio fundamental en nuestra comprensión de la física", afirma Kaku. Entre estas imposibilidades, las más imposibles (analizadas con nuestros conocimientos actuales), estudia Kaku las máquinas de movimiento perpetuo y la precognición o visión del futuro. Tan sólo dos "verdaderas" imposibilidades.


Parece imposible no sentir interés por este libro de Michio Kaku (lo incluyo en la sección de Libros recomendados de este blog).


 
 
 
Web oficial de Michio Kaku:   http://mkaku.org/

sábado, 15 de octubre de 2011

Erupción volcánica

[Imagen procedente de www.elpais.com]
 

La erupción volcánica submarina (parece ser que el magma está saliendo por una fisura de varios kilómetros de longitud) tiene en jaque a los habitantes de la isla canaria de El Hierro. Los científicos (entre ellos el volcanólogo del CSIC Ramón Ortiz) están allí para seguir muy de cerca lo que está ocurriendo y dar debida cuenta de ello a las autoridades.

Es un buen momento para profundizar un poco en el conocimiento de los volcanes y sus efectos. Para ello enlazo aquí la conferencia que pronunció Ramón Ortiz en la Fundación Juan March (que incluye una completa presentación).

Enlaces:

http://www.abc.es/20111014/ciencia/abcp-descartan-erupcion-interior-hierro-20111014.html

jueves, 6 de octubre de 2011

¡Ya tenemos los Nobel!

Ya sabemos quiénes son los galardonados este año con los premios Nobel de Fisiología y Medicina, de Física y de Química. El protagonismo se lo han llevado las investigaciones en inmunología (los mecanismos de activación de la inmunidad innata y el descubrimiento de las células dendríticas y su papel clave en la activación de la inmunidad adaptativa), la expansión acelerada del universo y la energía oscura, y los sorprendentes cuasicristales que desafían los conocimientos que teníamos de los cristales ("en los cuasicristales encontramos los fascinantes mosaicos del mundo árabe reproducidos al nivel de átomos: patrones regulares que nunca se repiten a sí mismo", nos dice la Academia de Ciencias sueca), respectivamente. Y los galardonados son Bruce Beutler, Jules Hoffmann, Ralph Steinman -fallecido hace unos días- (Medicina), Saul Perlmutter, Brian Schmidt, Adam Riess (Física) y Daniel Shechtman (Química).

Enhorabuena para ellos. Y para la humanidad. 


ENLACES DE INTERÉS:


- PREMIO NOBEL DE MEDICINA (vídeo aquí).


- PREMIO NOBEL DE FÍSICA (vídeo aquí).


-PREMIO NOBEL DE QUÍMICA (vídeo aquí).









Sobre cuasicristales (en inglés):





Sobre energía oscura:


martes, 20 de septiembre de 2011

La ciencia como proceso y como producto

¿Qué es la ciencia? Bueno, esta pregunta que parece fácil tiene su miga. De hecho podemos encontrarnos muchas definiciones de ciencia y ninguna completa. Si me preguntáis a mí os diría que la ciencia es la forma de conocimiento más fiable que disponemos, ya que en ella nada se da por sentado sin antes haber sido confirmado por la observación y la experimentación rigurosas. Es un conjunto de conocimientos en continua construcción, que supone una búsqueda sin término de los porqués y que no pone impedimento alguno (todo lo contrario) a que sus teorías sean revisadas si nuevas observaciones ponen de manifiesto hechos que no encajan en ellas. 

La palabra ciencia procede del latín "scire" que significa saber o conocer y es que la ciencia pretende precisamente eso y trata de responder al cómo y el por qué de las cosas y hechos de la Naturaleza (si nos centramos sólo en las ciencias experimentales como la Física, la Química, la Biología o la Geología, porque el abanico de disciplinas científicas es hoy amplio, desde las ciencias formales, como las Matemáticas, a las ciencias humanas o ciencias sociales, como la Antropología o la Sociología).

La ciencia es un conjunto de conocimientos sistematizados (dotados de una "estructura"), objetivos (de consenso universal), desarrollados mediante el llamado método científico. Las teorías científicas no sólo buscan la explicación de los hechos y fenómenos conocidos sino también (y esto es importante) la predicción de nuevos hechos o relaciones entre ellos.

Pero la ciencia no es únicamente conocimiento establecido dotado de una estructura (la ciencia "como producto"), constituida por hechos observados, conceptos, leyes, principios generales, modelos y teorías, sino que ha de entenderse también como un proceso continuo (ciencia "como proceso") de búsqueda o investigación caracterizada  por una actitud peculiar, científica (deseo de saber, objetividad, espíritu abierto y crítico, cooperación, etc.), y por el método científico (una especie de sistema de control de calidad que tienen los científicos para su "fábrica de conocimiento" sobre el mundo; control del propio proceso y, por supuesto, del producto final).

Jesús Mosterín indica en su libro Ciencia viva -Reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo- (Espasa, 2006) cuáles son las características de la ciencia:

- CONSISTENCIA.
- OBJETIVIDAD.
- UNIVERSALIDAD.
- PROVISIONALIDAD.
- PROGRESO.

Por consistencia entendemos la ausencia de contradicciones. "Lo peor que le puede pasar a una teoría es que se descubra alguna contradicción en ella". Esta exigencia fundamental de consistencia es típica de la racionalidad científica.

La objetividad supone que la representación que ha de hacer la ciencia del mundo debe corresponder a la realidad, ser realista o verdadera. Las ideas científicas deben ser contrastadas empíricamente. "Si buscamos la objetividad, no podemos aceptar una teoría simplemente porque sea hermosa o atractiva; necesitamos alguna respuesta de la realidad misma que nos confirme que así es".

La universalidad también debe ser exigible al conocimiento científico. La ciencia no conoce de naciones, etnias, tradiciones locales, dogmas religiosos diversos o creencias particulares. No hay una ciencia occidental contrapuesta a una ciencia oriental, ni una ciencia cristiana enfrentada a una ciencia islámica. Veo en esto, el carácter universal de la ciencia, una clara consecuencia de la esencial característica de objetividad; la realidad es independiente de las creencias o tradiciones, tan diversas.  


Pero, no lo olvidemos, la ciencia, al no ser dogmática, tiene un carácter provisional. "La ciencia solo afirma sus tesis hasta nueva orden". Nuevos datos, nuevas mediciones realizadas con técnicas más sofisticadas y poderosas nos pueden obligar a revisar nuestras ideas sobre el mundo o, incluso, a sustituirlas por otras diferentes. Estas últimas también serán provisionales y se irán puliendo, siempre de acuerdo con la experiencia.


¿Y el progreso? "El método científico busca, valora y consigue el progreso de un modo que es ajeno a los idearios tradicionales, que más bien valoran la estabilidad, la fidelidad al origen y la ortodoxia". El conocimiento de datos y hechos es acumulativo a lo largo de la historia pero en el campo teórico, donde se pretende su explicación y organización, este progreso es más conflictivo y agitado, desecadenando en ocasiones revoluciones y cambios de paradigma. Aquí introduce Mosterín una idea que me parece muy interesante, el de "revolución conservadora". Las revoluciones científicas actuales son conservadoras en el sentido de que satisfacen la conservación del conocimiento acumulado allá donde éste no deja de funcionar. Así, "toda nueva teoría tiene que conservar los resultados de la anterior en su ámbito comprobado al menos como buena aproximación". Por ejemplo, la relatividad especial es conservadora respecto a la mecánica clásica de Newton, la cual es una excelente aproximación para velocidades no cercanas a la de la luz y la aplicamos sin problemas y con rotundo éxito en esos casos.


A estas cinco peculiaridades de la ciencia que señala Mosterín podríamos añadir algunas otras secundarias pero importantes, por ejemplo, el lenguaje propio de la ciencia. El leguaje científico, con sus características de objetividad, precisión y universalidad, es el instrumento que emplean los científicos para comunicarse, para transferir información en la cual el mensaje es de naturaleza científica (una hipótesis, una ley o una teoría). Tal forma de expresión ha de estar al servicio de la ciencia, con las características arriba mencionadas que la determinan. Si la ciencia tiene que ser objetiva, su lenguaje no puede tener connotaciones emocionales, sociales, ni ideológicas, por ejemplo, propias de cada sujeto o de cada cultura. 

El lenguaje de la ciencia es más amplio que el ordinario en el sentido de que su vocabulario introduce neologismos para nuevos conceptos científicos que, en no pocos casos, con su uso por los medios de comunicación, son incorporados al lenguaje ordinario y se emplean en él habitualmente con naturalidad (teléfono, antibiótico, láser, microondas, etc.). El aspecto semántico del lenguaje científico es esencial, no solo por introducir nuevos términos de significado preciso sino por dar otro significado a palabras ya usadas ordinariamente. Por ejemplo, los conceptos de trabajo, energía, fuerza, potencia, calor, etc. tienen precisas definiciones científicas que hay que aclarar para no emplearlas en el sentido en el que se hace en el lenguaje cotidiano (cualquier profesor de Física ha de señalar a sus jóvenes alumnos que si no hay desplazamiento no se realiza trabajo, sólo estaremos haciendo un esfuerzo). El lenguaje de la ciencia también tiene diferencias sintácticas con respecto al lenguaje ordinario, pues, particularmente en física, posee una estructura lógico-matemática de las expresiones científicas (definiciones, leyes, teorías). Esto hace que aparezcan numerosos signos, muchas veces específicos de cada rama de conocimiento: símbolos (lógicos, matemáticos, de magnitudes y unidades, de elementos y compuestos), siglas (láser, por ejemplo, es el acrónimo de "light amplification by stimulated emission of radiation"), gráficas y otros.


Pero, además, el lenguaje de la ciencia debe evitar toda retórica, exageración o pomposidad y ha de cuidar la claridad y la precisión, facilitando su comprensión en la medida que sea posible. Más aún si se trata de divulgar las ideas científicas. Ya en el siglo XVII  Thomas Sprat, en su obra History of the Royal Society of London for the Improving of Natural Knowledge (1667), decía que los científicos debían expresar sus ideas llevando "todas las cosas tan cerca como sea posible de la simplicidad matemática, prefiriendo el lenguaje de los artesanos, los aldeanos y los comerciantes al de los sabios y los eruditos"  (citado en Historia de la ciencia sin los trozos aburridos,  de Ian Crofton con traducción de J. Ros, Ariel, 2011).





 
[Imagen procedente de:


¿En qué consiste realmente esa particular y rigurosa forma de trabajar (investigar) los científicos? Este método científico es un conjunto de actividades intelectuales (como la formulación de suposiciones provisionales o hipótesis), actitudinales (espíritu abierto y crítico) e instrumentales (experimentación) por las que los científicos tratan de resolver los problemas planteados en su investigación, haciendo progresar a la ciencia. Hoy en día (no siempre fue así) y desde el siglo XVII el método de las ciencias de la naturaleza es hipotético-deductivo, es decir,  partiendo de resultados empíricos (experimentos u observaciones) se emite una hipótesis de trabajo, de la que se deducen consecuencias que, una vez contrastadas, dan lugar a una teoría. 

Estos vídeos os interesarán más que tanta palabra:


Y por último, no confundamos la ciencia, con su riguroso método de trabajo y de control, con las pseudociencias (como la  astrología, la homeopatía o las dietas milagrosas), con su disfraz de apariencia científica, tan poco fiables. El escritor y matemático Carlo Frabetti citaba en su artículo Milagros de su siempre interesante columna "El juego de la ciencia" (blog de ciencias del diario Público) lo que caracteriza, según el filósofo Paul Kurtz, a las pseudociencias (homeopatía y demás fauna), que pretenden arrojar luz (en el mejor de los casos) y sin embargo nublan nuestra visión, siempre aproximada, de la realidad (cuando no nos llevan por oscuros caminos hacia ninguna parte). Estas características de las poco recomendables pseudociencias son:

-No utilizan métodos experimentales rigurosos en sus investigaciones.

-Carecen de un armazón conceptual contrastable.

-Afirman haber alcanzado resultados positivos aunque sus pruebas sean altamente cuestionables y sus generalizaciones no hayan sido corroboradas por investigadores imparciales.



Y concluyo esta extensa entrada con el vídeo de presentación del programa "Escépticos", de la ETB, que podrá verse en Internet:






Os recomiendo también el último programa de Tres14 (de TVE), titulado "¿Qué es ciencia y qué no lo es?" que podéis ver aquí.


Bueno, chicos, disculpadme por tan extensa entrada  pero antes de comenzar el curso de Ciencias para el Mundo Contemporáneo creo que es necesario reflexionar un poco sobre qué estamos hablando, la ciencia, para caracterizarla claramente.





PS: Puesto que el asunto de los esquivos y extraños neutrinos está candente y se ha hablado ampliamente en los medios de comunicación de ellos y de la posibilidad, de confirmarse el experimento que muestra que han superado el límite máximo de velocidad en el Universo -la velocidad de la luz en el vacío-, de que haya que revisar la teoría de la relatividad de Einstein recomiendo la lectura del artículo de hoy (miércoles 28 de septiembre) en Diario de Sevilla del polémico y  siempre lúcido catedrático de Física Nuclear, Manuel Lozano Leyva: Neutrinos, Einstein y Berlusconi. Vienen muy bien el análisis y la opinión del profesor Lozano para ilustrar la afirmación de Mosterín (al hablar del "progreso" de la ciencia, como una de sus características esenciales) de que actualmente las revoluciones científicas son conservadoras (y no como pretenden algunos, demasiado alegremente, que anuncian drásticos cambios de paradigma). Todo hay que tomárselo con extrema reserva, esperar el tiempo necesario para repetir cuantas veces sea preciso el experimento y luego estudiar si procede ampliar las teorías existentes (con muchas pruebas experimentales hoy a su favor) teniendo en consideración las anomalías detectadas. Lozano Leyva señala tres cuestiones importantes a tener en cuenta en este asunto de los neutrinos:


"La primera es que el CERN lleva unos 60 años funcionando en base a la teoría de la relatividad de Einstein sin que en la miríada de experimentos realizados se haya detectado anomalía alguna. La segunda es que en febrero de 1987 una estrella agonizó explotando en plan supernova. Los neutrinos que nos llegaron de ella también se adelantaron un poco (varias horas) a la luz que emitió tan magno suceso, pero lo hicieron de manera no sólo compatible con la relatividad, sino confirmando la teoría que describía este tipo de explosiones. Dicho de otra manera: el adelanto de mil millonésimas de segundo de los neutrinos sobre la luz desde el CERN hasta el Gran Sasso que dicen los italianos que ha tenido lugar, se habría traducido en siglos en el caso de la supernova, porque aquel traquido tuvo lugar a 150.000 años luz, no a 730 kilómetros. La tercera razón es que las teorías de la física confirmadas experimental y tecnológicamente (la telefonía móvil, el GPS y mil técnicas más se basan en la exactitud de la relatividad) no se vienen abajo por un resultado experimental anómalo, sino que uno de estos lo que provoca es la ampliación de dicha teoría".


En la última emisión de "A hombros de gigantes" se entrevista a Juan León, investigador del Instituto de Física Fundamental del CSIC, quien nos habla de los neutrinos (pínchese aquí).


Por último, para los más profanos en asuntos de física de partículas, resultará muy provechoso escuchar el podcast de Manuel Toharia (en "No es un día cualquiera", de RNE1) donde explica con gran sencillez y maestría divulgativa qué son los neutrinos y la importancia del reciente experimento en el que se ha medido su velocidad. Para escucharlo pínchese aquí (previamente dedica unos minutos Toharia a comentar la "inquietante" caída del satélite artificial descontrolado). Siempre es un placer leer o escuchar a Manuel Toharia.