jueves, 23 de diciembre de 2010

Exposición virtual "América Escrita"


Gratísima sorpresa fue el toparme con una gran pantalla táctil a la entrada del edificio del Rectorado de la Universidad de Sevilla (el que fuera en otros tiempos fábrica de tabacos) en la que, a toque digital, podía ir recorriendo virtualmente las diferentes salas de la exposición "América Escrita: fondos americanistas en bibliotecas universitarias españolas". Un recorrido por interesantísimos escritos y documentos gráficos de la historia de la América colonial y de los moviminetos de emancipación. Se pretende con esta magna exposición virtual acercar a investigadores y curiosos de todo el mundo, sin la necesidad de desplazarse de su puesto de trabajo o de su mesa de ordenador (o incluso, como no habrá pocos, tumbados en un sofá con un portátil), materiales históricos de gran valor pertenecientes a los fondos de diferentes bibliotecas universitarias de España (colabora en ello el Archivo General de Indias). Se quiere conmerorar el 2º centenario de las independencias de las repúblicas hispanoamericanas (1810 - 2010).

El visitante puede hacer un recorrido virtual (eso sí, por las frías paredes de la exposición), paseando por las siete salas temáticas:

1.- Espacio y territorio.
2.- Personas.
3.- El Poder.
4.- Cultura.
5.- CIENCIA Y TÉCNICA (que aquí, como es natural, destacamos).
6.- América no española.
7.- Independencias.


La exposición consta de 237 obras escritas y gráficas comentadas por expertos universitarios (introducciones de imprescindible lectura). De este casi cuarto de millar de obras, 192 son títulos (impresos y manuscritos) y 45 son documentos gráficos (planos e ilustraciones). Podemos leer las cuidadas introducciones y profundizar con los textos completos digitalizados, o disfrutar de bellas láminas a color, verbigracia, la de los árboles de la quina en las proximidades de la localidad de Loja.

En la sala de "Ciencia y técnica" encontramos seis secciones:

- Urbanismo.
- Historia Natural.
- Náutica y astronomía.
- Explotación de la riqueza.
- Medicina.
- Arte militar.

Y hallamos en ellas valiosos textos de José de Acosta, Hipólito Ruiz, Jorge Juan, Antonio de Ulloa, Antonio Colmenero de Ledesma, Nicolás Monardes, Francisco de Leiva y Aguilar y José Celestino Mutis, entre otros. Escritos sobre la quina, el chocolate, el tabaco, la extracción de la plata, etc.



[Antonio de Ulloa, insigne científico y marino sevillano, descubridor del platino en tierras americanas.]

 
Excelente opción el darse un paseo virtual por esta exposición en estos días de vacaciones navideñas, ¿no creen?


Pasen y gocen:

domingo, 19 de diciembre de 2010

Los hallazgos científicos de una década

Fue la primera década del pasado siglo una época de grandes descubrimientos, revolucionaria, cuando las teorías de la relatividad y cuántica abrieron las puertas para el desarrollo de una nueva física, la física moderna, que marcaría radicalmente el devenir de la ciencia en el siglo XX. Ahora termina la primera década del siglo XXI, y todo apunta a que el profundo conocimineto de la Genética determinará buena parte de las investigaciones científicas de esta centuria y llegará a límites tan esperanzadores como inquietantes.

La prestigiosa revista Science acaba de seleccionar los diez descubrimientos más relevantes de la década que concluye y, sí, los hallazgos en el campo de la genética adquieren el máximo protagonismo. De la decena que propone la revista, cinco están relacionados con investigaciones en Genética y/o salud (sin duda la principal preocupación científica actual), tres son de Astronomía y Astrofísica (donde hay tantísimo por descubrir aún), uno relativo a los nuevos materiales y el restante al cambio climático global.

[Modelo molecular del ADN; imagen procedente de la  muy interesante web http://www.portalciencia.net/]

Estos son los diez principales descubrimientos científicos de la década según la revista Science:

1) La parte oscura del genoma. El llamado "ADN basura" parece tener funciones importantes en muchos procesos biológicos, como el cáncer.

2) Precisiones cosmológicas. Sólo un pequeño porcentaje de la composición del universo, un 4,5 %, es materia que forma objetos  celestes como estrellas y planetas, pero casi un 23 % sería materia oscura, no visible mas con efectos gravitatorios; y la mayor parte, algo menos de un 73 %, debe ser energía oscura, responsable de la aceleración de la expansión del universo. 

3) ADN del pasado. El estudio de la evolución de las especies, incluida la nuestra, puede depararnos sorpresas gracias a la paleogenética, es decir, al análisis del ADN de especies del pasado. El genoma del neandertal ha sido ya determinado.

4) Agua en Marte. En 2008 se confirmó la existencia de restos de hielo en el suelo marciano. Una evidencia más de la existencia de agua en Marte, reforzándose la hipótesis de que en el pasado en el planeta rojo debió haber agua líquida en su superficie o en el subsuelo, capaz de erosionar las rocas y de albergar alguna forma de vida.

5) Reprogramación celular. Se ha conseguido reprogramar células adultas, dotándolas de pluripotencialidad. Se creía, demostrándose en 2006 lo contrario, que una vez que una célula se ha diferenciado ya no puede convertirse en otro tipo de célula.

6) El microbioma. Se ha estudiado el papel que juegan los microorganismos en el cuerpo humano, demostrándose que algunas bacterias protegen frente a enfermedades. Los avances en la investigación del microbioma humano son sin duda esenciales para el cuidado de nuestra salud.

7) Exoplanetas. ¿Hay ahí fuera planetas similares a nuestra Tierra? Ciertamente debe haberlos y los investigadores los buscan en una tarea nada fácil. Actualmente se han localizado más de 500 exoplanetas, orbitando alrededor de otros soles, que se reparten en 422 sistemas planetarios diferentes. En esta década se han descubierto muchos de ellos, aunque la mayoría son gigantes gaseosos.

8) Las inflamaciones. En esta década se ha relacionado la inflamación con enfermedades como el cáncer(anteriormente se consideraba a la inflamación como una mera respuesta defensiva del organismo frente a agentes irritantes o infecciosos).

9) Metamateriales. La manipulación de la materia a niveles nanométricos ha permitido obtener metamateriales, aquellos que poseen una estructura que les confieren novedosas propiedades electromagnéticas. Se piensa en aplicarlos para la fabricación de superlentes. La revolución en el campo de la óptica.

10) Cambio climático antropogénico. Se ha confirmado el carácter antropogénico del calentamiento global por las emisiones de gases de efecto invernadero. La inmensa mayoría de los científicos está de acuerdo hoy en que la actividad humana es la responsable del calentamiento global. Algo imprescindible para presionar a los gobiernos a que adopten medidas contundentes que puedan frenarlo antes de que las consecuencias sean realmente catastróficas (particularmente para las regiones del planeta más desfavorecidas).


La ciencia avanza cada vez más, sorprendiéndonos sin cesar. Posiblemente en el siglo XXI alcance un enorme desarrollo, que ahora apenas vislumbramos.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Zarpa el Hespérides. Comienza la aventura científica "Malaspina 2010"

[Buque oceanográfico Hespérides; imagen procedente de http://iagua.es/]

Es un día grande para la ciencia, particularmente para la maltratada ciencia española (por mucho que se empeñen los políticos dirigentes en hacernos ver lo contrario la ciencia en España sigue desarrollándose en condiciones difíciles y no pocas veces es una tarea casi heróica por la limitación de recursos). Ha partido del puerto de Cádiz con rumbo a Río de Janeiro, en su primera etapa, el buque oceanográfico Hespérides, comenzando así esa magna aventura científica que es la Expedición Malaspina 2010. Un proyecto científico ambicioso (en el buen sentido del término), que pretende investigar el impacto del cambio climático global en los océanos (con medidas de temperatura, nutrientes, intercambio gaseoso y otras), así como estudiar la biodiversidad (con atención especial al plancton), particularmente de las profundidades oceánicas, estando prevista la toma de numerosas muestras (unas 70.000), muchas de ellas a profundidades de 3.000 - 4.000 metros o más (algo sin precedentes), que, con total seguridad, nos depararán sorpresas. Como no puede ser de otra manera, un proyecto de este calibre ha de ser multidisciplinar y en él participan varios centenares de científicos, un cuarto de millar españoles. Muy acertado es el nombre dado a esta expedición científica, que nos recuerda a las  memorables aventuras de los siglos XVIII y XIX, pues se homenajea a la de 1789 alrededor del mundo capitaneada por Alejandro Malaspina.

Web de la Expedición Malaspina 2010:



Vídeo de RTVE sobre la "Expedición Malaspina 2010":


Vídeos del programa "Horizonte 2019" sobre la "Expedición Malaspina 2010":


viernes, 10 de diciembre de 2010

David Rittenhouse y la atmósfera de Venus

[David Rittenhouse; imagen procedente de WIKIMEDIA]

En el tránsito de Venus de 1769 Rittenhouse descubrió que Venus tenía atmósfera. Pero ocho años antes Lomonósov (¡quién si no!), el gran sabio ruso que se anticipó a tantas cosas (siempre será poco lo que digamos de él), había sugerido dicha existencia en la observación del tránsito de 1761 desde San Petersburgo.

 Sabemos hoy que la densa atmósfera de Venus está mayoritariamente formada por dióxido de carbono, nada más y nada menos que un 96,5 %; el 3,5 % restante es nitrógeno y otros gases en concentraciones del orden de las ppm (partes por millón). Esta irrespirable y aplastante atmósfera produce un muy acusado efecto invernadero. Debido a ello y a su mayor proximidad al Sol que nuestra Tierra la temperatura en su superficie llega a rebasar los 700 K. La densísima atmósfera venusiana provoca una elevada presión en la superficie del planeta, unas 90 veces mayor que la presión atmosférica terrestre al nivel del mar (es decir, de unas 90 atm). Y no sólo eso es interesante de la atmósfera de Venus, también lo es el hecho de que, al estar el planeta completamente cubierto de nubes (formando una espesa capa, a unos 60 km de altitud, que oculta su superficie), tiene un elevado albedo: el 79 % de la radiación solar incidente es reflejada. Y ello hace que presente un brillo notable este lucero del alba y de la tarde. Es el objeto celeste que vemos más brillante desde la Tierra, después del Sol y la Luna (un verdadero placer observar ese punto luminoso temprano en la mañana, un instante de paz cuando uno, apresuradamente, se dirige al trabajo). 

Digamos algo más de esas nubes de Venus. Muy distintas son a las de nuestro planeta; las de éste riegan con el líquido de la vida nuestras tierras cuando de ellas caen gotas de agua líquida o, a veces, precipitaciones sólidas (nieve o hielo); las de aquél, las venusianas, están formadas por ácido sulfúrico concentrado, y ya sabemos las nefastas consecuencias de la lluvia ácida. Las nubes de Venus envuelven por completo a nuestro planeta vecino (las de la Tierra lo hacen en un 50 % aproximadamente) y como dijimos forman una espesa capa a unos 60 km sobre su superficie, invisible por tanto con un telescopio. Los investigadores han podido deducir a partir de ciertas irregularidades en las formaciones nubosas de Venus que a esos 60 km de altura los vientos podrían ser de unos 200 m/s, una velocidad brutal. En apenas cuatro días las nubes dan una vuelta completa a Venus. Impresionante. Dos atmósferas, la terrestre y la venusiana, bien diferentes (afortunadamente para los habitantes del planeta azul).



Para saber más y escuchar un audio sobre David Rittenhouse, astrónomo poco conocido, pínchese en:


Os dejo asimismo aquí el bello poema Venus, de Antonio Rivero Taravillo, de Planetario, quien en unos versos nos dice mucho de este planeta de atmósfera tan densa agitada por fortísimos vientos (que producen torbellinos a gran altura que observamos como largas bandas oscuras):

VENUS

Estrella tú de la tarde,
estrella de la mañana,
redonda y clara manzana
asada, que quema y arde
haciendo de brillo alarde
aunque velada por nubes.
No sabemos si hay querubes
o demonios en tu suelo;
rotando estás en el cielo,
alto infierno al que te subes.


Muy interesante este vídeo sobre la atmósfera de Venus:

http://www.youtube.com/watch?v=oeTK0_tXX9A

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ir más allá: ¿Cómo?

[Torre de refrigeración de una central nuclear (de fisión).
Imagen procedente de http://www.energia-nuclear.net/]

"En ancha corriente se precipitan hacia delante las aguas del progreso.
¡Adelante; siempre adelante!
¡Impetuosas, cada vez más impetuosas!¿Hacia dónde?
¿hacia el idílico jardín de un feliz futuro?
¿O, quizás, a precipitarse en un abismo?
¿Quién podría saberlo?"

(Del libro El drama fascinante de la investigación nuclear, de WERNER BRAUNBEK; versión en castellano del catedrático de la Universidad de Barcelona José María Vidal Llenas; editorial Labor, ca. 1960)


En el último capítulo  del libro citado (El drama fascinante de la investigación nuclear, apasionante recorrido que hace Werner Braunbek por la historia de la investigación del núcleo atómico; historia que comenzó en febrero de 1896 con el descubrimiento de la radiactividad natural de las sales de uranio por Becquerel), el físico alemán (profesor emérito de Física Teórica en Tubinga) se plantea tan inquietantes preguntas.

Ante ellas, según el autor, caben imaginarse tres visiones.

[Imagen de nuestro Sol; procedente de http://www.scienceknowledge.org/]


Una visión optimista, idílica, donde el ser humano viva en armonía, sin tensiones ni conflictos entre las naciones, sin guerras por el control de las fuentes de energía, de las materias primas no renovables, porque sería una era de paz, de abundancia y prosperidad (¿llegaría ésta también para los más pobres?, me pregunto), hecha posible por el dominio de la poderosa y limpia fusión nuclear del inagotable hidrógeno, obtenido del agua de los océanos con un mínimo coste energético en comparación con la ingente cantidad de energía proporcionada. Es la misma energía del Sol, que un día los hombres controlarán en sus reactores de fusión. 

[Reactor de fusión del ITER; imagen procedente de http://www-fusion.ciemat.es/]

Pero, triste y trágicamente, la visión opuesta, pesimista, catastrofista, también es posible según Braunbek (recordemos que el libro al que hacemos referencia está escrito en plena Guerra Fría, en un momento álgido de tensión), visión horrible en la cual una guerra atómica provocaría destrucción y desolación sin precedentes.

[Explosión atómica en una prueba; imagen procedente de http://blog.espol.edu.ec/]

En este escenario de muerte, grandes extensiones quedarían contaminadas por la radiactividad, dejando a nuestra especie, ésa que fue llamada Homo sapiens, al borde del precipicio, en una existencia miserable en la cual los supervivientes tendrían que comenzar casi desde cero un nuevo y duro camino evolutivo.

[Residuos radiactivos; imagen procedente de http://desenchufados.net/]



Mas, también, Braunbek imaginaba hace cincuenta años un tercer escenario posible para el futuro (que correspondería a una visión ecologista estándar actual). En él, el tóxico radiactivo de los residuos almacenados largo tiempo va escapando gradualmente del control previsto. Fugas (producidas, por ejemplo, por movimientos subterráneos o por la corrosión de los recipientes almacenadores) sutiles y radiactivas que contaminarían poco a poco, pero trágicamente, aguas, suelo y atmósfera. La radiación iría actuando silenciosamente, "nadie muere por su culpa" pero "actúa incansable, día y noche, de generación en generación". Surgirían mutaciones y nacerían seres portadores de todo tipo de anomalías.


"¿Quién sabe?", se pregunta Braunbek.
"¿Quién sabe hacia dónde empuja la corriente?
¿Quién tendrá el valor de decir:"Yo sé que es esto, o esto, o lo otro, lo que ocurrirá dentro de cien, o dentro de doscientos años"?.
Y ¿quién puede atreverse siquiera a afirmar: "Yo sé que esto no será"?".


Concluye el profesor alemán:

"En ancha corriente corren más allá las aguas del progreso.
¿Es posible contenerlas?
¿Es posible encauzarlas ordenadamente?
Contenerlas, es seguro que no".

No podemos frenar el progreso y el avance de la ciencia; el hombre no lo ha hecho nunca y no hay motivos para pensar que lo haga en el futuro. Siempre ampliando el campo de conocimientos y los campos de conocimiento, en búsqueda sin término de porqués, descubriendo nuevos hechos con nuevos y cada vez más potentes y sofisticados instrumentos (nuevos hechos, nuevas preguntas). Para satisfacer su curiosidad innata, tan característica de Homo sapiens, de saber, de comprender; el saber por el saber y también, por supuesto, buscando aplicaciones prácticas para el progreso de la especie en un mundo difícil. No se puede contener esto, por tanto, no nos queda otro remedio que poner todos nuestros esfuerzos y recursos, intelectuales y materiales, para encauzar ordenadamente la ancha corriente de las aguas del progreso. Y aquí, sin duda, para resolver el cómo, habrá mucho que discutir. Y la sociedad deberá estar preparada. Es decir, con una formación adecuada para valorar críticamente los acontecimientos y poder dirigir su destino de forma serena y favorable, tanto como le sea posible.