[Edgar Allan Poe]
No he debido ser el único que quedó impactado, a veces sobrecogido, en su juventud por los cuentos de terror del gran maestro norteamericano del género, Edgar Allan Poe (1809 - 1849). Entre ellos, la historia del señor Valdemar me interesó especialmente. Poe, en su cuento La verdad sobre el caso del señor Valdemar (1845), se adentra en los oscuros terrenos del subconsciente y el mesmerismo o hipnosis, basado en el supuesto magnetismo animal. Se aplica la técnica al señor Valdemar, enfermo de tuberculosis y desahuciado por los médicos. El moribundo es mesmerizado o hipnotizado con sorprendente e inquietante resultado.
[Franz Anton Mesmer (1734 - 1815), médico alemán defensor del llamado magnetismo animal y precursor de la hipnosis]
Franz Anton Mesmer (1734 - 1815) estudió medicina en la Universidad de Viena y en 1766 publicó su tesis sobre la influencia de los astros en el cuerpo humano y la salud (llaman la atención semejantes ideas astrológicas ya bien avanzado el siglo XVIII, la centuria de las Luces). Y de aquí pasó a la creencia de las curaciones mediante el llamado magnetismo animal (que, dicho sea de paso, tanto nos recuerda a terapias pseudocientíficas más actuales).
Isaac Asimov dijo de Mesmer que fue un místico interesado en astrología que creía en la existencia de fuerzas cósmicas capaces de influir en las personas y la salud. Sus peculiares métodos, con resultados exitosos pero no con menos fracasos, le causaron ciertos problemas en Viena y se trasladó a París en 1778. La técnica de Mesmer consistía en un principio en tratar de curar al enfermo pasando imanes por su cuerpo, pero finalmente pensó el singular médico alemán que los imanes no eran imprescindibles y que bastaba con pasar la mano por el cuerpo del paciente, debido al supuesto magnetismo animal. Afirma Asimov que, a pesar de todo, queda claro que Mesmer llegó a curar males por sugestión.
Señalemos que el mesmerismo fue evaluado por una comisión francesa en 1784, de la que formaban parte, entre otros, Franklin, Lavoisier y De Jussieu, llegándose a la conclusión de que el método de Mesmer no curaba realmente enfermedades y que no había evidencia científica de un fluido magnético. Una vez más el médico alemán se vio obligado a abandonar la ciudad donde ejercía.
A mediados del siglo XIX, el neurocirujano escocés James Braid (1795 - 1860) se interesó por el mesmerismo y trató de explicarlo científicamente, descartando los fluidos magnéticos en los que había creído Mesmer. Braid llamó hipnosis al estado de sueño artificial obtenido mediante la fijación de la mirada en un punto brillante.
En TVE emitieron en la serie Historias para no dormir una excelente versión del cuento de terror de Poe, El caso del señor Valdemar, que recomiendo al lector:
2 comentarios:
Hay una biografía de Mesmer, de Stefan Zweig, bastanteb ponderada. Tanto la frenología como el magnetismo animal constituyen "paraciencias" oscuras y fascinantes.
Muchas gracias, Jorge, por tu comentario y recomendación. El siglo XIX está repleto de historias de la ciencia apasionantes.
Un saludo.
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