[Interacción del viento solar con la magnetosfera de la Tierra:
Imagen procedente de Wikipedia]
Recientemente se hacían eco los medios de comunicación de la amenaza de una próxima tormenta magnética solar, que podría tener graves consecuencias. Así, por ejemplo, en la edición digital del diario ABC la noticia se daba ayer con este titular: "Los científicos alertan de la posibilidad de una tormenta solar "catastrófica". El fenómeno tiene la potencia necesaria para acabar, de un solo golpe, con la tecnología del mundo moderno".
Dicho así resulta de lo más inquietante (para leer el artículo completo de ABC, pínchese aquí). Manuel Toharia se encargó el pasado domingo en su sección de actualidad científica en No es un día cualquiera (RNE1) de puntualizar oportunamente esta noticia, con palabras tranquilizadoras.
Comenta el maestro de la divulgación científica que el Sol entra en ciclos de máxima actividad cada once años aproximadamente. Ahora nos encontramos en uno de esos momentos. La actividad solar, con sus tormentas magnéticas, podría afectar particularmente a las telecomunicaciones (GPS, móviles, etc.), muy vulnerables a estos fenómenos. Sin embargo, sería algo transitorio, nada que ver con una catástrofe planetaria. Éste, y otros asuntos de interés, son tratados por Toharia en el programa:
Por cierto, las auroras boreales (y australes), bello espectáculo, son consecuencia de las tormentas solares (o del viento solar). Fue Anders Celsius (1701 - 1744), astrónomo sueco inventor de la escala centígrada de temperatura, el primero (en 1733) en relacionar el magnetismo con las luces del norte o auroras boreales.
Este asunto de las tormentas solares es tratado con rigor científico y cierta profundidad en la última emisión de A Hombros de Gigantes, el programa radiofónico de referencia de divulgación científica (RNE5):
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