Juan José Badiola (catedrático de la Universidad de Zaragoza) comenzó su amena disertación describiéndonos las características del virus causante de la actual pandemia de gripe A (las gripes de tipo A, nos dijo, son aquellas que afectan a animales y humanos): una nueva cepa de virus influenza A, subtipo H1N1, de origen porcino.
Los virus de la especie influenza A pertenecen al género Influenzavirus A de la familia Orthomyxoviridae y causa gripe en aves y mamíferos (incluyendo cerdos y humanos), aunque es básicamente aviar.
El genoma del virus influenza A está constituido por ARN monocatenario, ocho cadenas simples que codifican la síntesis de diez proteínas (entre ellas las críticas hemaglutinina y neuraminidasa). Estos virus, que necesitan invadir células hospedadoras para reproducirse, dado que tienen el ARN en segmentos independientes suelen dar recombinaciones genéticas, es decir, intercambio genético entre diferentes cepas virales durante una cohabitación celular (dos cepas diferentes de virus en la misma célula hospedadora) y así es precisamente como ha surgido la nueva cepa de H1N1 responsable de la actual pandemia (parece ser que esta nueva cepa contiene material genético proveniente de una cepa aviaria, dos porcinas y una humana, peligroso cóctel, que mutó y dio un salto entre especies, de cerdos a humanos, con posteriores contagios de persona a persona).
Los Influenzavirus A se clasifican según las glicoproteínas que se encuentran en su superficie a modo de espículas: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). De la primera hay 16 subtipos (H1, H2, ... H16) y de la segunda 9 (N1, N2, ... N9). Una de estas combinaciones posibles es la H1N1. Coloquialmente nos dijo el profesor Badiola que H es "la llave de entrada" del virus en la célula hospedadora y N "la de salida" de los nuevos virus después de la fase de multiplicación (que quedan así liberados para la invasión de más células).
Inicialmente hubo una gran preocupación con respecto a esta pandemia de gripe A pues, no olvidemos, que la mal llamada "gripe española", causada también por un brote de Influenzavirus A H1N1, provocó entre 50 y 100 millones de muertos en todo el mundo entre 1918 y 1919. El profesor Badiola aclaró que la alta mortalidad de la pandemia de 1918 posiblemente fue debida a las penalidades asociadas a la Primera Guerra Mundial, a las enormes carencias del sistema sanitario en aquella época y a la ausencia de antibióticos (para el tratamiento de las complicaciones bacterianas), más que a la propia agresividad del virus. Insistamos en que el término pandemia en absoluto es sinónimo de gravedad, de hecho, en la mayoría de los casos esta gripe A, tan ampliamente extendida por efectos de la globalización (intenso tráfico aéreo intercontinental), está cursando de forma leve.
Juan José Badiola se mostró contrario a las teorías conspiratorias sobre la génesis de esta cepa vírica (aquellas que afirman que el virus es un producto de alguna empresa farmacéutica con finalidades lucrativas), apuntando que la cepa probablemente debió surgir en las granjas de cerdos del Medio Oeste de Estados Unidos y no en México (recuerdo que al poco de conocerse el brote de gripe A la prensa española hablaba de "gripe porcina" y la francesa de "gripe mexicana"), aunque, como es sabido, el virus fue identificado en México en el mes de abril.
También es interesante destacar que el profesor Badiola se mostró abiertamente partidario de la vacunación como medida preventiva (a pesar de ciertos recelos en algunos profesionales sanitarios), puntualizó que es una gripe que afectará especialmente a la población infantil y adolescente, que está teniendo una importante incidencia en fumadores, que estas pandemias se suelen presentar en varias oleadas (con algunos meses de separación), siendo la segunda más virulenta que la primera (recordemos la facilidad con la que mutan estos virus), que a las embarazadas, para evitar posibles efectos secundarios indeseables, se les suministrará una vacuna sin adyuvantes (sustancias o preparados químicos que hacen más efectiva la respuesta inmunitaria), y que existe una red de médicos centinela que, tras tomar muestras para su análisis, informan a las autoridades sanitarias de los casos confirmados de gripe A con el fin de hacer estadísticas lo más fiables posibles (todo parece indicar además que este invierno el virus de la gripe A va a desplazar, o ha desplazado ya, al de la gripe estacional).
A pesar del carácter relativamente benigno que está presentando hasta la fecha la pandemia de gripe A (H1N1), Badiola se mostró muy preocupado con la posible extensión de la pandemia a países del Tercer Mundo, particularmente los africanos, pues allí sí podrían multiplicarse las víctimas, dadas las pésimas condiciones sanitarias de dichos países, en los cuales el virus haría estragos, con elevada mortalidad, entre las personas que ya padecen enfermedades graves como la malaria, el SIDA o la tuberculosis.
[Para ver un interesante vídeo en el que Juan José Badiola contesta dudas sobre la gripe A cuando estábamos en una fase de alerta prepandémica, a las pocas semanas de surgir el brote, pínchese aquí]
[IMÁGENES. En la superior se observan al microcopio electrónico virus H1N1; imagen procedente de http://www.salutcomunitat.org/. En la inferior apreciamos los detalles del virus, con las glicoproteínas características superficiales y el ARN en el interior; imagen procedente de http://www.cvpconosur.org/]