José Miguel Viñas (Madrid, 1969), físico del aire y comunicador científico, es colaborador del programa de RNE1 "No es un día cualquiera", donde además de hacer las predicciones meteorológicas, de forma amena y nada árida (iniciadas con alegre canto de pájaros o con el amenazador ruido de los truenos, según se presente la cosa, la temperie, en el fin de semana), nos da sus autorizadas pinceladas sobre diferentes aspectos de la ciencia de la atmósfera, contestando a menudo las preguntas que le dirigen los escuchantes del programa de Pepa Fernández. Incansable, Viñas imparte clases de Meteorología Aeronáutica, escribe artículos con asiduidad, imparte conferencias y cursos y ha publicado varios libros: ¿Estamos cambiando el clima? (Sirius, 2005), 200 estampas de la temperie (Sirius, 2007) y La ciencia del tiempo. Introducción a la Meteorología (Almuzara, 2010). En el prólogo de este libro, Ángel Rivera dice de Viñas que "es una persona cercana, afable" (de ello doy testimonio por mi relación epistolar con él), "muy trabajadora, observadora y dotada sobre todo de un gran rigor científico. Pero ante todo es un enamorado de la Meteorología y de la ciencia en general". Esto se nota y lo sabe transmitir.
Volviendo a su muy recomendable "Pinacoteca Meteorológica" digamos que lleva ya descritos y analizados un buen puñado de pinturas de diferentes autores, estilos y épocas, con cielos diversos. Nos habla de la Pequeña Edad del Hielo ("Los cazadores en la nieve", Brueghel el Viejo, 1565), de los azulados y complejos (con diferentes tipos de nubes) "cielos velazqueños" ("La rendición de Breda", Velázquez, 1634 - 35), de los blancos y sugerentes mares de nubes ("El caminante sobre el mar de nubes", Caspar D. Friedrich, 1818), de altocúmulos lenticulares ("El tránsito de la Virgen", Mantegna, ca. 1461), del intenso azul de los cielos de los cuadros de Joachim Patinir ("Paisaje con San Jerónimo", 1510 - 15), no faltan, como no podía ser de otra manera, las tormentas ("La tempestad", Giorgione, ca. 1508), menciona las virgas o cortinas de precipitación que se evaporan antes de llegar al suelo ("La esclusa", Constable, 1824), nos habla de pinturas que son genuinos paisajes atmosféricos ("El molino de Wijk bij Duurstede, ca. 1670), de cielos rojizos y su relación con la erupción volcánica del Krakatoa en 1883 ("El grito", Munch, 1893), de las típicas nubes "de algodón" ("El falso espejo", Magritte, 1928), de ocasos espectaculares tras la violenta erupción del Tambora en 1815 ("El barco de esclavos", J. M. William Turner, 1840), de nubes cumuliformes ("Baile a orillas del Manzanares", Goya, 1777). Y eso hasta el momento, porque seguro que nos esperan muchos cuadros con sus claves meteorológicas descifradas por Viñas.
["Los cazadores en la nieve", de Brueghel el Viejo; 1565; Kunsthistorisches Museum]
Como muestra traemos aquí el análisis realizado por José Miguel Viñas en su "Pinacoteca Meteorológica" de "Los cazadores en la nieve" (Brueghel el Viejo):
FUENTE:
José Miguel Viñas.
www.divulgameteo.es
Nos encanta que se traten estas relaciones entre la ciencia y el arte, entre el saber científico y el resto de la cultura, de la cual forma parte. ¡Y qué maravillosa manera de aprender la ciencia!