sábado, 23 de febrero de 2013

Científicos andaluces en la historia: José Celestino Mutis y la Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada

Al acercarse el 28 de febrero, Día de Andalucía, creo preciso recordar que nuestra luminosa tierra andaluza no sólo ha dado a la historia excelentes, y célebres, poetas y pintores, bien conocidos por todos, sino también, en el transcurso de los siglos, notables científicos, muy injustamente desconocidos por los propios andaluces y por los autores de los libros de texto, que no los nombran: Columela, Averroes, Monardes, Alonso Barba, Benito Daza, Ulloa, etc. Y, uno de los más eximios, José Celestino Mutis, médico, botánico y difusor de las ideas modernas en filosofía natural, que llevó a Nueva Granada (actual Colombia, donde es más conocido y valorado que aquí).

Os dejo, amigos, este excelente documental sobre la Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada:



viernes, 15 de febrero de 2013

Ese gigantesco número, llamado de Avogadro (I)

Cuando uno resuelve un problema de física o química debe dedicar unos instantes (tal vez algo más) a valorar el resultado obtenido, porque este puede ser una incongruencia o disparate consecuencia de algún error que hayamos cometido, pero acaso la solución correcta al problema nos proporcione alguna conclusión interesante o incluso sorprendente. Esto último me sucedió recientemente con un problema sobre la constante de Avogadro o número de entidades elementales o partículas (átomos, moléculas, iones...) que hay en un mol de cualquier sustancia. Ya sabía que el "numerito" (6,022 multiplicado por 10 elevado a 23, aproximadamente, o lo que es lo mismo, 6022 seguido de una veintena de ceros) era bien grande, inmenso, pero el resultado de este problema al que hago referencia me dejó atónito.


[Fuente de la imagen aquí (La Ciencia y sus Demonios)]


Se trataba de calcular el número de moléculas de amoniaco (NH3) que hay en un frasco de 1 L con este gas, a 27 º C, en el que se ha hecho el vacío hasta que la presión es de tan sólo una milésima de mm de Hg (recordemos que la presión atmosférica a nivel del mar es de 1 atm o 760 mm de Hg, como mostró Torricelli a mediados del siglo XVII). El problema es de sencilla resolución; basta aplicar la ecuación de estado de los gases ideales (a tan baja presión el amoniaco tiene comportamiento de gas perfecto): pV = nRT. Expresamos la presión del gas (p) en atm, el volumen que ocupa (V), el del recipiente, en L, y la temperatura en kelvin (K); R es la constante de los gases ideales y vale 0,082 atm L/K mol. Obtenemos un resultado de 5,3 por 10 elevado a -8 moles de NH3. Una miseria. Pero lo bueno viene ahora. Teniendo en cuenta que un mol de amoniaco (y de cualquier otra sustancia) contiene un número de Avogadro de moléculas, encontramos que en ese frasco en el que se había reducido la presión hasta 0,001 mm Hg hay 3,19 por 10 elevado a 16 moléculas de NH3 (¡y se había hecho el vacío!). Sí, en ese "vacío" hay unos 30.000 billones de minúsculas moléculas de NH3. Un resultado que no nos puede dejar indiferentes, pues es enorme, habiéndose hecho el vacío. Un vacío que no lo es tanto sencillamente por lo gigantesco (difícilmente imaginable) que es ese número que se llama de Avogadro gracias al homenaje que le dedicó Jean Perrin a comienzos del siglo pasado, dándole el nombre del físico y químico turinés.



[Fuente de la imagen aquí]


No os perdáis esta canción: "Rock me Avogadro".

jueves, 14 de febrero de 2013

Salud y enfermedad. Lo que debemos saber.

La mayoría de nosotros desearía vivir más, pero no de cualquier forma. El objetivo no puede ser otro que vivir más y mejor. La ciencia biomédica tiene mucho que decir al respecto en las próximas décadas y se habla ya incluso de una medicina personalizada. Hoy, salud no es simplemente ausencia de enfermedad, sino que es un concepto más amplio: bienestar físico, mental y social.

Como introducción al asunto os dejo una excelente presentación y el enlace a "Medicina personalizada", en Tres 14 (pincha aquí).


martes, 12 de febrero de 2013

Encuentro "esotétrico" (o cómico)

[Fuente de la imagen aquí]

Antonio Rivero Taravillo, en su blog Fuego con Nieve, incluye su última columna en el diario El Mundo (8 - 2 - 2013), que acertadamente titula "El retorno de los brujos". Comienza así:

"Estos días, y hasta el domingo, como en una Feria de Abril adelantada, los sevillanos podemos ir al barrio de los Remedios a ver un circo que ya no se llama Mundial o Americano, sino Encuentros Esotéricos. En el Museo de Carruajes de la Plaza de Cuba hacen coro, cada cual con el chirriante son de su disciplina, brujos y videntes que no solo ofrecen sus tenderetes sino que también dan conferencias, asegura el prospecto que me han dado en la calle como si se tratara de una medicina contra la seriedad, una vitamina descacharrante".

No tiene desperdicio. Para leerla completa pínchese aquí


En El devenir de la ciencia: "Ciencia y espiritismo en el siglo XIX".