No son muchos los que conocen que en la Tabla Periódica de los elementos químicos hay tres que fueron descubiertos por científicos españoles: platino (Pt), volframio o wolframio (W) y vanadio (V). Todos ellos metales de importantes aplicaciones. Así, por ejemplo, el platino es un metal precioso más denso que el plomo y el oro que es usado como catalizador; el estratégico volframio (conocido también como tungsteno) tiene el punto de fusión más elevado de todos los metales, superando los 3400 ºC, y es empleado en la fabricación de aceros de gran resistencia y dureza; el vanadio es un componente de ciertos aceros especiales y un óxido de vanadio (el pentaóxido, V2O5) es usado como catalizador en la producción de ácido sulfúrico. Sus descubridores fueron Antonio de Ulloa (1716 – 1795), los hermanos Fausto (1755 – 1833) y Juan José de Elhuyar (1754 – 1796), y Andrés del Río (1764 – 1849), respectivamente.
El
sevillano Ulloa, marino y científico, participó en la expedición geodésica hispanofrancesa
al ecuador en 1735 con el objetivo principal de hacer importantes mediciones de
un arco de meridiano (se trataba de dilucidar si la Tierra estaba achatada por
los polos o por el ecuador). En territorios de lo que hoy en día es Colombia descubrió
un nuevo metal, que llamó platina del Pinto (haciendo alusión a la semejanza de
aspecto del metal, posteriormente llamado platino, con la plata y al hecho de haberlo
hallado en el río Pinto).
Por su parte, los hermanos de Elhuyar aislaron en 1783 a partir del mineral wolframita un botón metálico (primero obtuvieron el ácido, que fue sometido a una reducción con carbón vegetal), correspondiente a un nuevo elemento: el volframio.
Andrés
Manuel del Río se trasladó a México en 1794 para ejercer como profesor de la
Escuela de Minas de aquel lugar. En 1801 del Río descubrió el vanadio
analizando un "plomo pardo de Zimapán". Inicialmente lo llamó
pancromio y, posteriormente, eritronio, debido al color rojo de sus sales; sin
embargo, por influencia de otros químicos, se apoderó de él la desconfianza y
durante algún tiempo creyó que en realidad era cromo. Así, el sueco Sefstroem,
analizando un mineral de hierro en 1831, (re)descubrió el eritronio, al que
llamó vanadio (en referencia a una importante diosa de la mitología nórdica). El
químico alemán Wöhler (célebre por su síntesis de la urea) fue quien comprobó
que el "plomo pardo de Zimapán" no contenía cromo, sino vanadio.
¿Quién
dijo que los españoles no hemos hecho nada importante en la ciencia?