jueves, 28 de enero de 2010

¿Desarrollo sostenible?



[El triángulo económico-social- ambiental del desarrollo sostenible;

En el siempre recomendable programa de radio "No es un día cualquiera" (RNE1, sábados y domingos por la mañana), dirigido por la inteligente y encantadora Pepa Fernández, del pasado domingo 24 de enero escuchamos un interesante y jugoso debate  científico (nada que ver con los políticos, que suelen aburrir y aportar pocas ideas) sobre el recurrente asunto de la sostenibilidad (pínchese aquí y una vez en la página del programa del día 24 seleccione la tercera hora).

Nos parece importante señalar asimismo la opinión del científico británico James Lovelock, quien en su último libro cuyo título lo dice todo (La venganza de la Tierra. La teoría de Gaia y el futuro de la humanidad; Planeta, 2007) opina que el desarrollo sostenible es insuficiente para corregir los daños que ya se le han hecho a nuestro planeta. Según Lovelock es demasiado tarde y serían necesarias medidas más drásticas (aboga por una "retirada sostenible" y considera que, compartimos su opinión sin reservas, la energía nuclear de fisión, sin ser lo ideal a largo plazo y combinada con otras alternativas a los combustibles fósiles, es una fuente segura y constante de energía hasta que la energía nuclear de fusión y las renovables estén disponibles y sean verdaderamente eficientes). "Confiar en el desarrollo sostenible o continuar como si nada son políticas tan viables como esperar que un enfermo de cáncer de pulmón se cure simplemente dejando de fumar", nos dice el anciano (pero lúcido) sabio.

sábado, 23 de enero de 2010

Centenario del nacimiento de Jacques Lucien Monod


[Jacques Monod; imagen procedente de http://www.pasteur.fr/]

Celebramos en este 2010 el centenario del nacimiento de uno de los biólogos más influyentes del pasado siglo XX, Jacques Lucien Monod (París,1910 - Cannes, 1976). Hombre carismático y comprometido y científico de relieve, que se atrevió además, guiado por su espíritu humanista, a escribir un "ensayo sobre la filosofía natural de la biología moderna", su célebre y polémico libro El azar y la necesidad (1970). Fue galardonado en 1965 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, junto con André Lwoff  y François Jacob, por sus descubrimientos relativos al control genético de las enzimas y a la síntesis de los virus.

El descubrimiento crucial de Monod, con Jacob, fue el primer operón, el operón de la lactosa en la bacteria Escherichia coli (un mecanismo de regulación genética negativa permite que la bacteria no gaste energía en fabricar enzimas para metabolizar la lactosa si no lo necesita). Este operón era un complejo de genes capaces de regular su propia expresión. Así, unos genes estructurales que codifican la síntesis de proteínas (enzimas) tienen regulada su expresión por dos factores de control, regiones de ADN adyacentes a dichos genes estructurales, conocidos como promotor y operador.

Asimismo Monod y Jacob sugirieron en 1961 la existencia de moléculas que transcribieran la información codificada en el ADN, como paso intermedio entre las macromoléculas de ADN y la síntesis de proteínas (el llamado ARN mensajero fue descubierto poco después y es quien ejecuta la transcripción).


[Sello francés en homenaje a su Premio Nobel, Jacques Monod;

La biografía de Monod es ciertamente interesante. Su padre, pintor que conjugaba la sensibilidad artística con una notable erudición, ejerció en él gran influencia. A través de su padre, lector de Darwin, nació tempranamente en Jacques Monod el interés por la biología. Se trasladó a París desde el sur de Francia, donde había pasado su infancia y juventud, en 1928 para realizar sus estudios universitarios. Sin embargo, la enseñanza oficial de la Biología se había quedado anclada en el pasado y las inquietudes del joven Monod tuvieron que verse alimentadas por otras mentes despiertas como George Teissier, André Lwoff, Boris Ephrussi y Louis Rapkine, de quienes aprendió el estudio cuantitativo de los problemas, la importancia de la microbiología, genética y biología molecular, respectivamente.

Obtuvo la licenciatura en Ciencias en 1931, doctorándose diez años más tarde. Monod se incorporó al Instituto Pasteur y fue nombrado director del Departamento de Bioquímica Celular en 1954. Algo después, en 1959, es nombrado profesor de Química del metabolismo en la universidad parisina de la Sorbona. Posteriormente (1967, ya galardonado con el Nobel) ejerce de profesor en el Colegio de Francia. Finalmente, en 1971, es nombrado director del Instituto Pasteur.

Amén del premio Nobel, Jacques Monod ha sido reconocido en su país e internacionalmente con numerosas condecoraciones y distinciones como el doctorado honoris causa por la Universidad de Chicago (1965), miembro extranjero de la Royal Society (1968), miembro extranjero de la American Philosophical Society (1969) y doctor honoris causa de la Universidad Rockefeller (1970), entre otras importantes. Asimismo fue galardonado con la Cruz de Guerra (1945) por su participación en la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Jacques Monod, una de las figuras clave de la Bioquímica y de la Genética  del siglo XX y muy comprometido con los movimientos sociales y de protección del medio ambiente, se aventuró a escribir al final de su vida un ensayo, El azar y la necesidad, en el que afirmaba que "el hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del Universo, de donde ha emergido por azar. Igual que su destino, su deber no está escrito en ninguna parte. Puede escoger entre el Reino y las tinieblas".

[Para saber más: Nobel Lectures, Physiology or Medicine 1963-1970, Elsevier Publishing Company, Amsterdam, 1972. En Internet: http://nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1965/monod-bio.html]

Dos vídeos muy recomendables como introducción:






sábado, 16 de enero de 2010

Divulgar la ciencia




Hay ocasiones que no se pueden desaprovechar; como la de asistir a una mesa redonda integrada por Miguel Delibes, José María Bermúdez de Castro, Manuel Lozano, Juan Varela y Carlo Frabetti. Cuatro grandes científicos y divulgadores y un excelente periodista (Varela) especializado en las nuevas tecnologías (no desde un punto de vista comercial para alabar las bondades del último artefacto, sino haciendo uso del mejor espíritu crítico). La cita era en la Casa de la Ciencia de Sevilla, esa nueva institución que pretende activar la tarea divulgadora en la ciudad de la Giralda. Yo tuve la suerte de poder acudir a tan señalada cita con los columnistas de "La ciencia es la única noticia", del diario Público. Periódico este que podrá gustar más o menos pero que tiene una sección de Ciencias envidiable, probablemente la mejor y más extensa del país.

El tema que nos congregaba allí a científicos, periodistas, divulgadores y profesores (ésta era básicamente la composición de la audiencia que casi llenaba la sala) era la divulgación científica, o mejor, la comunicación científica, como prefirieron decir algunos de los miembros de la mesa, y su enorme importancia en el mundo de hoy para formar a la población, fomentar en ella el espíritu crítico y, también hay que decirlo, incrementar las vocaciones científicas en nuestros jóvenes (parece ser que últimamente están llegando a las carreras de ciencias alumnos mejor preparados que hace unos años, aunque cuantitativamente la situación es preocupante y en algún caso hay más profesores que alumnos). El debate se centraba en cómo divulgar la ciencia sin perder el rigor necesario pero,a la vez, de manera que no ahuyente al público no especialista al que va dirigido el mensaje. Asimismo se debatió sobre los diferentes medios (televisión, conferencias, prensa, webs y blogs o radio, entre otros), destacándose el cada vez más importante papel de los blogs (como el magnífico de ciencias de Público), en los que los lectores pueden dar su opinión y hacer sus propias aportaciones (como las del perspicaz y lúcido "Galileo Galiciano", uno de los asiduos de "La ciencia es la única noticia"). Y, cómo no, hubo algunas amargas quejas de la poca atención que prestan los políticos a los científicos. El profesor Lozano Leyva denunció que no es raro que el político se asesore por un ecologista en vez de hacerlo por un catedrático de Ecología. Y un asunto grave: no podemos dejar que nuestro nivel de formación científica se hunda mientras que otros países que parten con desventaja apuestan fuerte por el desarrollo y la formación científicas, conscientes del papel que eso desempeña en su progreso e independencia.

Necesitados, muy necesitados, estamos de iniciativas como las de la Casa de la Ciencia de Sevilla y el joven diario Público. Gracias.   

jueves, 14 de enero de 2010

De Copenhague a Sevilla


[La disminución de la masa de hielo del planeta, y el consiguiente aumento
del nivel del mar con devastadores efectos en algunas regiones, es una de las
consecuencias del calentamiento global; imagen procedente de http://mural.uv.es/macapont/]

 La cumbre del pasado mes de diciembre en Copenhague fue un fracaso, sin paliativos. Los acuerdos tomados allí son claramente insuficientes y poco o nada efectivos. Toda demora en la toma de acuerdos vinculantes y firmes debe considerarse un fracaso, una auténtica irresponsabilidad por parte de los mal llamados líderes políticos mundiales (compartimos la opinión con Bermúdez de Castro de que es de verdaderos líderes el actuar en beneficio de la comunidad a la que representan y no simplemente debatir y debatir, al abrigo de una buena calefacción, mientras la atmósfera se va saturando de gases de efecto invernadero). En esto hay que ser contundentes. Aunque hay que reconocer que uno de los problemas cruciales es ponerse de acuerdo en las alternativas energéticas a los combustibles fósiles. Y aquí entran en juego todo tipo de consideraciones: científicas, políticas, económicas e ideológicas, entre otras. No hay más que pensar en el debate de la energía nuclear.

Ahora los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (bajo la presidencia española) tratan de llegar a un acuerdo en el Consejo Informal de Energía y Medio Ambiente (ya de por sí la palabra "informal" no invita al optimismo) de Sevilla (15 y 16 de enero). Uno de los puntos clave que se tratarán en la ciudad de la Giralda será el debate relativo al nivel de reducción de emisiones de CO2. La Unión Europea ya se comprometió a disminuir un 20 % las emisiones para 2020 respecto a los niveles de 1990. La cuestión es si se logra llegar a un más esperanzador 30 %. Eso sí, los mandatarios europeos sólo estarían dispuestos a ello si otros países industrializados hacen lo mismo. Creemos sin embargo que los europeos no debemos temer el llevar la iniciativa en este delicado asunto y que, por efecto dominó, los demás países desarrollados y emergentes (contaminantes) se vayan sumando. Todo lo que hagamos nosotros, en cualquier caso, lo agradecerá el planeta. Perdonen que al menos en este caso pueda pecar de ingenuo, pero es mucho lo que nos jugamos.

domingo, 10 de enero de 2010

Doce cuestiones sobre el cambio climático

Todos tenemos la grave obligación de conocer las consecuencias de un calentamiento global de nuestro planeta y, en la medida de nuestras posibilidades (seguramente mayores de lo que a priori podamos creer), actuar e influir en las decisiones de quienes nos gobiernan.

Pero debemos partir de un conocimiento serio, científico, del tema. Así, para empezar, os propongo este interesante y premiado cortometraje divulgativo, "El efecto invernadero" (2003), de Alejandro Aguilar Sierra (Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM):



Y ahora doce cuestiones para investigar y profundizar algo más en el asunto:

1) ¿En qué consiste el llamado efecto invernadero?

2) ¿Tiene consecuencias beneficiosas o perjudiciales?

3) ¿Conoces algún experimento de laboratorio que demuestre el efecto invernadero?

4) ¿Cuál es el origen del aumento de dióxido de carbono en la atmósfera?

5) ¿Cuál es la concentración actual de CO2 en la atmósfera?

6) ¿Qué influencia han tenido los fenómenos naturales (como la actividad solar o las erupciones volcánicas) en el clima durante la segunda mitad del siglo XX? ¿Qué se deduce de ello?

7) ¿Qué incremento de temperatura media preven los estudios para 2100 en el caso de que no se reduzcan drásticamente las emisiones antropogénicas futuras de CO2?

8) ¿Por qué hasta el momento sólo hemos observado un incremento de 0,8 grados desde la época preindustrial (1880) cuando lo previsible serían 1,3 grados?

9) A la contaminación de la atmósfera por partículas, principalmente de azufre, se le llama "paraguas térmico" de la atmósfera. ¿Por qué?

10) ¿Cuáles son las principales consecuencias de un calentamiento global del planeta? ¿Cuál de ellas te parece más relevante?

11) ¿Qué objetivo básico respecto al calentamiento global se han propuesto los gobiernos de la mayoría de la población mundial? ¿Garantiza el logro del citado objetivo que no se produzcan consecuencias graves?

12) ¿Qué ha ocurrido con la temperatura media global desde el siglo XVII hasta comienzos del XX? ¿En qué siglo se ha producido un mayor incremento? ¿Cuál es la previsión más optimista de calentamiento global para el siglo XXI respecto a la situación actual?

sábado, 9 de enero de 2010

Después de Copenhague



[EFECTO INVERNADERO; imagen procedente de http://exterior.pntic.mec.es/]

Los resultados de la cumbre de Copenhague del pasado mes de diciembre han sido ciertamente decepcionantes, un fracaso que tendrá que ser enmendado sin excusas en Méjico a finales de este 2010. Entretanto toneladas y toneladas de dióxido de carbono seguirán siendo emitidas a nuestra delicada atmósfera (cada ciudadano de la desarrollada Unión Europea, donde tenemos la suerte de vivir, emite más de diez toneladas de este gas de efecto invernadero al año de media, ¿sorprendente, no?). Según datos correspondientes a 2004, Estados Unidos, el país más contaminante del mundo, emitió 6.046 millones de toneladas anuales, lo que representa el 22,2 % sobre el total mundial, con una emisión de 21 toneladas de CO2 por habitante; los datos para la populosísima y emergente China fueron 5.007 millones de toneladas anuales, segunda del fatídico ránking, un 18,4 % del total mundial, con una emisión  per cápita de 3,8 toneladas. Y China no dejará de crecer y, obviamente, no está dispuesta a poner freno a su desarrollo. La suma total de emisiones mundiales de dióxido de carbono (2004) se eleva a la estremecedora cifra de 27.246 millones de toneladas anuales, con una media de 4,25 toneladas per cápita (muy desigualmente distribuidas, siendo los menos responsables de la situación, los países más pobres de nuestro planeta, los que se lleven las peores consecuencias, pues los caóticos gases se difunden y no entienden de fronteras; la atmósfera es patrimonio de toda la humanidad, y no sólo de ella, sino también del resto de seres vivos).

Por si no fuera poco el lamentable papel desarrollado por los líderes políticos en la fría Copenhague (donde no creo que escatimasen en calefacción y transportes de combustión, con numerosos desplazamientos en avión para ir y regresar incluidos), hay que censurar con toda firmeza la desproporcionada actitud contra los ecologistas de Greenpeace, siendo Juantxo López de Uralde, director en España de dicha organización, retenido en una cárcel danesa durante veinte días por hacer su reivindicación pacífica (ilegal pero noble) donde "no debía". Al menos (quedémonos con algo positivo) se ha estado hablando en todos los medios durante cierto tiempo de este espinoso y grave asunto y los ciudadanos están más concienciados; en Méjico, tras estas conversaciones iniciales de Copenhague, no se puede fallar.

 Stefan Rahmstorf (director del Departamento de análisis del Sistema Terrestre del Instituto para el Estudio de las Consecuencias del Cambio Climático de Potsdam, Alemania) denuncia contundentemente:

"El calentamiento global, por lo tanto, es una predicción científica que viene cumpliéndose rigurosamente desde hace décadas. 
[...]
Las emisiones acumulativas hasta 2050 serán decisivas para determinar la posibilidad de mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados [por encima del nivel de temperatura de la era preindustrial]. Para alcanzar esa meta con un grado de probabilidad alto (75 %), el emitido en el período entre 2000 y 2050 no debe ser superior a un billón de toneladas. Al ritmo actual de emisiones, esa cuota se superárá en los 20 próximos años, y por supuesto aún más pronto si las emisiones siguen creciendo".

[Cambio climático debido a los gases de efecto invernadero. ¿Cuánto tiempo nos queda? Vanguardia Dossier, nº 33, octubre/diciembre, 2009]    

Es éste un importantísimo problema que ya tenemos aquí. Es preciso estar bien informados y conocer las bases científicas del asunto. Y, por supuesto, actuar.

    

viernes, 8 de enero de 2010

El individuo y la especie



(eldiariodelinmigrante)]

Para la naturaleza el individuo es algo insignificante, irrelevante, mero eslabón de su largo y ramificado linaje. Para nosotros, en cambio, un congénere, un individuo de nuestra misma especie, es todo un universo.