martes, 26 de noviembre de 2013

Herschel y Borodín, trayectorias antiparalelas

La relación entre las matemáticas y la música es antigua (Pitágoras). Asimismo no pocos científicos se han interesado, con mayor o menor dedicación y éxito, por la música. Particularmente destacables me parecen los casos de William Herschel y Aleksandr Borodín, de trayectorias que acaso podríamos considerar como antiparalelas. El primero era un notable músico que se aficionó apasionadamente a la astronomía, llegando a ser una de las figuras de mayor relieve en esta rama de la ciencia (amén de descubrir la radiación infrarroja). Borodín, en cambio, era un prestigioso químico profesional, centrado en la química orgánica (particularmente en el estudio de los aldehídos), que es reconocido hoy por ser un gran compositor del nacionalismo ruso. Uno, de músico a astrónomo, el otro, de químico a compositor. En lo que coinciden ambos es en que desarrollaron siempre con brillantez sus capacidades científicas y musicales. ¡Chapó!




domingo, 24 de noviembre de 2013

El fascinante mundo de la cristalografía


Gracias a Manuel Seara me entero de que el próximo año ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas Año Internacional de la Cristalografía (la cristalografía tiene hoy importantes aplicaciones para el tratamiento de enfermedades y para combatir los problemas medioambientales). En A hombros de gigantes le dedicaron el último programa al asunto, destacándose que  "la cristalografía es una herramienta clave para el estudio de la materia" y "nos proporcionó los secretos estructurales del ADN, y gracias a ella, somos capaces de producir materiales con propiedades a la carta, desde catalizadores para una determinada reacción química a pasta de dientes o nuevos materiales". Se entrevista a Juan Manuel García Ruiz, investigador del CSIC en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (para escuchar el programa con esta entrevista y otros contenidos divulgativos de interés pínchese aquí). 

Dejo a continuación también un breve vídeo sobre este mundo verdaderamente fascinante de los cristales, donde impera el orden (aunque allí también aparecen las imperfecciones o defectos):




lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Coincidencia?

"Quizá sea una mera coincidencia el que el hombre que por primera vez observó que el frotamiento del ámbar provocaba en éste un nuevo y particular estado, conocido ahora como estado de electrificación, fuese también quien, por primera vez, expresara la convicción de que debe existir un gran principio de unidad que establece un vínculo entre todos los fenómenos, haciéndolos racionalmente inteligibles; que detrás de toda la aparente diversidad y cambio de las cosas, existe un elemento primordial del que están compuestas todas las cosas y cuya búsqueda debe ser el objetivo último de toda ciencia natural".

Palabras estas de ROBERT A. MILLIKAN en la introducción al libro "Electrones (+ y -), protones, fotones, neutrones y rayos cósmicos" (Espasa - Calpe, Buenos Aires, 1944).

Se refiere (posiblemente lo ha averiguado ya el lector) a Tales de Mileto, el gran sabio que 600 años antes de Cristo ya concibió, dice Millikan, "el espíritu que ha guiado el desarrollo de la Física a través de todas las épocas".

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ver, escuchar y pensar la ciencia (vídeos para CMC)

Dejo aquí los enlaces a algunos vídeos de interés, que he seleccionado para este primer trimestre de Ciencias para el Mundo Contemporáneo (CMC). Intentaremos verlos en clase pero si no... (¡atrévete a saber viéndolos tú!).

- "Las 7 maravillas del sistema solar".

- "Vida y muerte de las estrellas".

- "El planeta Tierra".

- "Encontrando el origen de la vida".

- "Evolución del género Homo".

- "Curso de sostenibilidad".

- "Planeta futuro. Cambio climático".






Y más, muchos más que puedes encontrar tú. No te conformes nunca con lo que te dan. ¡Busca!

PS: Encuentro en LA CIENCIA ES BELLA, el muy recomendable blog de Carlos Chordá, un didáctico, sencillo y divertido vídeo de animación titulado "How evolution works", con la posibilidad de escucharlo en inglés con subtítulos en español. No te lo pierdas:



sábado, 19 de octubre de 2013

Cocodrilo Rutherford

Ernest Rutherford (1871 - 1937), investigador pionero de las entrañas del átomo y figura científica clave del siglo XX, era conocido en el Cavendish Laboratory de la Universidad de Cambridge como "el cocodrilo".


Según George Gamow, el apodo le fue puesto debido a su peculiar voz, jovial y estridente, que resonaba por los corredores del Cavendish Laboratory y ponía en alerta a los estudiantes y jóvenes investigadores que, ante la proximidad de tan respetada autoridad científica, recobraban la concentración en el trabajo, tal vez transitoriamente perdida por una charla entre colegas o por alguna entretenida lectura ("proporcionándoles tiempo para esconder las novelas de detectives y poner orden en el laboratorio", dice Gamow). Y es que la retumbante voz de Rutherford recordaba al cocodrilo de "Peter Pan", que se había tragado un reloj, de manera que el ruidoso tic-tac  que salía del temible reptil de grandes mandíbulas advertía de su presencia, permitiendo escapar a la posible víctima. No obstante, Rutherford no era temido, sino respetado por todos.

De esta anécdota del apodo de Ernest Rutherford quedó constancia física en forma de bajorrelieve, pues Eric Gill grabó la figura de un cocodrilo en el muro exterior de ladrillo del Mond Laboratory de Cambridge (inaugurado en 1933). Dicho laboratorio fue construido por la Royal Society para que Piotr Kapitza pudiera realizar sus investigaciones trabajando con campos magnéticos intensos. El científico ruso Kapitza quiso homenajear a Rutherford encargando al artista Eric Gill un bajorrelieve de un cocodrilo en el exterior del edificio del Mond Laboratory.



[Procedencia de la imagen: aquí]

Cuenta también Gamow que la unidad Mev (un millón de electronvoltios), empleada como unidad de energía en física nuclear, era conocida por los estudiantes del Cavendish Laboratory como "un cocodrilo". Así si decimos que el promedio de la energía total liberada en cada fisión nuclear es de 200 MeV, bien podríamos decir, en recuerdo del gran Ernest Rutherford, que se liberan 200 "cocodrilos".

sábado, 5 de octubre de 2013

Un potente veneno llamado nicotina

La nicotina es un alcaloide bien conocido, presente en las hojas del tabaco (Nicotiana tabacum). Su fórmula molecular es C10H14N2. Y he aquí su estructura (para los interesados en el detalle):

 [Procedencia de la imagen: Wikipedia]

Es un líquido amarillento muy amargo, de fuerte olor (a tabaco, claro) y muy soluble en agua. Pero la característica que más nos interesa (y preocupa) es su elevada toxicidad.

El nombre de esta sustancia venenosa de la planta del tabaco (la nicotina) deriva del francés nicotiane, a su vez proveniente de Nicot. Jean Nicot fue embajador de Francia en Lisboa e introdujo dicha planta americana en su país hacia 1560. Así los franceses llamaron al tabaco nicotiane. En el siglo XVI al tabaco se le atribuían propiedades medicinales, describiendo el médico sevillano Nicolás Monardes un buen número de ellas. El iatroquímico Félix Palacios emplea a comienzos del siglo XVIII la palabra nicociana para referirse al tabaco. La nicotina fue aislada de las hojas del tabaco por primera vez por los alemanes Posselt y Reimann, en 1828.

Hoy sabemos que la nicotina es una sustancia muy tóxica. Una dosis de 40 a 60 mg puede ser mortal para seres humanos adultos y la rapidez de su toxicidad es similar a la del cianuro. Se absorbe con gran facilidad a través de las mucosas, así como por las vías respiratorias y la piel. Sus efectos pueden ir desde diarrea, vómitos, dolor de cabeza o taquicardia, en dosis bajas, hasta convulsiones y arritmias, o incluso estado de coma, paro respiratorio y paro cardiaco, en dosis altas. Algunos insecticidas llevan la nicotina entre sus componentes.

Pancracio Celdrán nos narra la historia de la primera víctima reconocida del tabaco, o más exactamente de la nicotina (en Hablar con corrección; capítulo "Etimología y peripecia semántica de algunas palabras", p. 331; Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 2006). Ocurrió en 1851 cuando un belga envenenó a su cuñado. Se descubrió que el agente causante del envenenamiento había sido la nicotina. El asesino había trabajado en la extracción de esta sustancia y, sin duda, sabía  que este alcaloide era un veneno útil para sus criminales propósitos. Concluye Pancracio Celdrán: "Aquel mismo año, la Academia de Medicina de Francia confirmó que el tabaco era un veneno; han pasado ciento cincuenta y todavía hay quien se pregunta si fumar es malo".      

viernes, 20 de septiembre de 2013

Once letras muy importantes para la ciencia

He comenzado, como bálsamo relajante antes de acostarme, la lectura de un libro singular: El universo para Ulises (Planeta; idóneo nombre el de la editorial para este título), del escritor y humorista Juan Carlos Ortega. Un libro de divulgación científica de Ortega (autor de Cuentos para Ulises) no puede ser un libro de divulgación más. Con sus defectos, que los tendrá, será sin duda una obra rara, excepcional. En este caso va dirigido especialmete a los niños (Ulises es el hijo de Juan Carlos Ortega y en él precisamente ha pensado el autor; en el libro, el padre se propone explicar a su hijo qué sabe la ciencia sobre el universo, desde la inmensidad de las galaxias a la intimidad de la materia, del "universo intuitivo" al "universo incomprensible"), pero el libro hará gozar a todo tipo de público sensible y curioso, y será muy útil a maestros y profesores de secundaria. Dice Ortega (fascinado por divulgadores clásicos como Sagan y Asimov) que su libro es consecuencia de dos historias de amor: el antiguo, gigantesco y asombroso universo que "pese a su aparente frialdad, es capaz de generarnos extrañísimos sentimientos de afecto"; y el amor a su hijo Ulises, a quien desea explicar el universo. Amablemente, los grandes protagonistas de la historia de la ciencia se nos van presentando en este recorrido por el universo del que, humildemente, formamos parte: Aristarco de Samos, Aristóteles, Ptolomeo, Copérnico, Galileo...

Ortega dibuja con ladrillitos la palabra generalizar, once letras muy importantes para la construcción del conocimiento científico. Esencial para entender la ciencia. La generalización, dice, "es, tal vez, la herramienta más poderosa que manejan los científicos para avanzar en la comprensión del universo", acción intelectual propia del método que emplean los científicos para aproximarse al conocimiento de la realidad. El caso es que, a pesar de la crítica de Hume a la inducción (procedimiento mental  mediante el cual obtenemos un enunciado general a partir de la observación de casos particulares), generalizar es imprescindible, fructífero, para ese cuerpo de conocimientos en continua construcción que es la ciencia. Hans Reichenbach, positivista  lógico, uno de los más importantes filósofos de la ciencia de las primeras décadas del siglo XX (etapa revolucionaria para la física), consideraba la inducción como una apuesta. Sin duda, pensaba, la mejor de las apuestas para la ciencia.


[Nota: de REICHENBACH dijo nuestro joven filósofo Ramiro Ledesma Ramos (de malograda carrera intelectual por los trágicos acontecimientos de 1936): "todo el mundo sabio ha concedido a Reichenbach la categoría más alta, y nadie pone en duda que es uno de los filósofos (con Bertrand Russell y Meyerson) que han comprendido en toda su íntegra majestad la física de Einstein"; en "Bertrand Russell: Análisis de la materia", Revista de Occidente, Madrid, 1929.]




viernes, 6 de septiembre de 2013

Sorpresa en Viso del Marqués

Regresábamos a finales de agosto de nuestras intensas vacaciones por el norte cuando decidimos parar un rato para estirar las piernas. Pero pensé, resistiéndome a dar por finalizado un largo viaje de descubrimientos paisajísticos y artísticos (alguno gastronómico también),  por qué no dar un breve paseo por la manchega localidad de Viso del Marqués, de la que tenía algunas referencias a través del programa de radio de Pepa Fernández, No es un día cualquiera, donde mi abuela Dolores fue maestra en su juventud. La decisión no pudo ser más acertada, pues lo que iba a ser un pequeño descanso se convirtió en una de las visitas más interesantes de mis vacaciones.

Impresionan en este pueblo de Ciudad Real próximo al paso de Despeñaperros (puerta de Andalucía cuando se viene del norte) su antigua iglesia (con gran cocodrilo en sus paredes, el "lagarto del Viso"), del siglo XV, y el magnífico Palacio del Marqués de Santa Cruz, obra maestra e ineludible del arte italiano en España. Este marqués no es otro que Álvaro de Bazán, invencible marino del XVI.

[Salón del Palacio del Viso; fuente de la imagen aquí]

El palacio es una verdadera maravilla, con frescos que dejan perplejo nada más atravesar el umbral del mismo. En este momento, antes de pasar al imponente patio central, se da uno cuenta de que la parada y la visita merecen la pena; se dispone uno a contemplar algo sin duda extraordinario. El Palacio fue construido en la segunda mitad del siglo XVI por encargo de don Álvaro de Bazán ("lo construyó en el Viso porque pudo y porque quiso", bromean los viseños) y es de estilo italiano, del "cinquecento". Su principal artífice fue Juan Bautista Castello, conocido como "el Bergamasco", dado su origen. Destaca sobremanera por su belleza interior, con pinturas al fresco de enorme valor. Se afirma que constituye el conjunto pictórico español en que mejor y en mayor cantidad, con indiscutible diferencia, se encuentra representada la mitología clásica. Nos lo creemos después de la visita. Curiosamente, en estas tierras manchegas, en este bellísimo Palacio del Marqués de Santa Cruz, se encuentra el Archivo Histórico General de la Marina, en homenaje al insigne almirante don Álvaro de Bazán. Digamos también que en este palacio se ha rodado, entre otras, la simpática y entretenida película El rey pasmado:



Pero no sólo se concentra mucho arte e historia en este pequeño pueblo manchego, sino que otra sorpresa mayúscula fue descubrir un más que interesante Museo de Ciencias Naturales, con secciones y colecciones organizadas con muy buen criterio. ¡Qué maravilla hallar algo así en un pueblo español! Algo de lo que carecen muchas ciudades de nuestro país. El milagro lo hacen posible los miembros de la Asociación Viseña de Amigos de la Naturaleza (AVAN). Es gratuito y merece detenerse en él un buen rato, por ejemplo antes de gozar con el majestuoso Palacio.

En este humilde pero interesantísimo Museo de Ciencias Naturales encontramos secciones de fauna, botánica, geología, entomología, paleontología y micología. La actividad del museo no se limita a la exposición permanente de fósiles, minerales, conchas, etcétera, sino que se organizan cursos, conferencias y unas veteranas jornadas micológicas. Viso del Marqués fue una sorpresa, y su Museo de Ciencias nos causó gran admiración. Recuerdo imborrable al término de unas provechosas vacaciones.

 [Museo de Ciencias Naturales de Viso del Marqués. Procedencia de la Imagen aquí]





miércoles, 10 de julio de 2013

Tres inventos chinos que cambiaron Occidente

[Antigua imprenta china de tipos móviles. Fuente de la imagen:
Museo Oriental de Valladolid (aquí)]



“¡Vaya! Esto es ciertamente interesante”. Es lo que pensé al leer el comentario que me lleva a escribir esta entrada de El devenir de la ciencia. Me refiero a la sagaz observación de José Luis Sampedro en su diálogo con Valentín Fuster, recogida en La ciencia y la vida, sobre la diferente mentalidad de occidentales y orientales (chinos en este caso) a la hora de aplicar ingenios. Dice el escritor y economista que en Occidente tres fueron los inventos decisivos que marcaron el paso de la Edad Media a la Edad Moderna: la imprenta, la pólvora y la brújula. Trío de ingenios que cambiaron radicalmente las perspectivas de los europeos de entonces.

La imprenta permitió la difusión de la cultura y de las ideas; la pólvora, con su poder destructivo, permitió acabar con los castillos, vencer a los invencibles, a los poderosos, terminar con el feudalismo; y la brújula, delicado instrumento que posibilitó las grandes navegaciones, cruzar los océanos y consecuentemente conquistar lejanos territorios, explotar sus recursos, comerciar o intercambiar aspectos culturales. Pero, en cambio, estos tres inventos cruciales fueron desarrollados por los chinos mucho antes, mas le dieron (al menos principalmente) otros usos, que un occidental calificaría como poco prácticos. No usaban la pólvora para la guerra sino para fuegos artificiales. “Para un chino batirse con un artefacto tan ordinario como la pólvora era un acto indigno de un ser humano”, dice Sampedro. La brújula tardaron en usarla para la navegación, porque no tenían necesidad (o no sentían dicha necesidad) de largos viajes cruzando ignotos mares, ya que su mentalidad oriental, su particular concepción de la vida, les hacía ver que todo lo que necesitaban lo tenían dentro, no entraba en sus esquemas salir y buscar fuera, ampliar horizontes, conquistar tierras extrañas o integrarse en el resto del mundo. Respecto de la impresión de textos los chinos utilizaban bloques de madera grabados pero, afirma Sampedro, “el arte de la caligrafía les parecía algo muy superior y tan extraordinario que lo preferían mil veces a la tosquedad de la huella de los bloques”. No le falta razón a nuestro entrañable e ilustre escritor, pero es interesante, y nos enriquece, indagar un poco en el asunto y detallar algo las aplicaciones que le dieron los chinos a estos tres antiguos inventos que, transcurridos varios siglos, fueron utilizados con fines expansivos por los europeos y que a la sazón suponen la entrada en una nueva época.

Antes de hacer un breve repaso a estos inventos orientales, que posiblemente se introdujeron en Occidente gracias a los árabes (brújula) y los mongoles (imprenta y pólvora), incorporamos las palabras de E. H. Schafer, que resultarán ilustrativas: “Cuatro inventos tecnológicos chinos de los tiempos de Han [dinastía china que abarca desde el 200 a. C. hasta el 200 d. C., aproximadamente] y medievales pusieron los cimientos para la exploración y colonización europeas del mundo: la brújula se convirtió en el instrumento de los exploradores marinos de Portugal, Holanda e Inglaterra (sic); la pólvora permitió a los europeos subyugar las tierras que descubrieron; el papel y el arte de imprimir hicieron posible la difusión de sus ideologías y leyes” (La China antigua; volumen de la obra Las grandes épocas de la humanidad. Historia de las culturas mundiales; Time-Life, 1974).

Digamos que, aunque las principales contribuciones chinas son de carácter tecnológico, en la antigüedad este pueblo se dedicó profusamente a la astronomía y a la alquimia. Ambas, para los chinos, con finalidad trascendental. La observación de los astros pretendía, como en otras culturas antiguas, poder realizar predicciones astrológicas, mientras que el principal objetivo de la alquimia china, muy influida por el taoísmo y su idea de la transmutabilidad de todas las sustancias, era la obtención de la poción de la inmortalidad.

Pero son los inventos chinos, que también buscan al principio una finalidad trascendente, los que adquieren enorme relevancia y terminarán marcando, con aplicaciones distintas a las originarias, el destino de Occidente. Comencemos remontándonos al siglo VIII de nuestra era, con la imprenta. Parece ser que ya en el siglo VII los chinos utilizaban bloques de madera como técnica de impresión, si bien el libro impreso más antiguo es un texto sagrado budista del siglo VIII. La imprenta evolucionó del grabado en bloques de madera hacia los caracteres móviles, invención atribuida a Pi Sheng (primera mitad del siglo XI). Encontramos narraciones biográficas de los santos taoístas, instrucciones para preparar hechizos budistas, escritos sobre artes adivinatorias y otros, como diccionarios (un poco de luz entre tanta niebla mágica y religiosa). 




 [Las propiedades explosivas de mezclas con salitre fueron advertidas por los alquimistas chinos, quienes no consiguieron elixir alguno de la inmortalidad (como es natural) pero sus trabajos, a veces peligrosos, condujeron a la fabricación de la pólvora, mezclando salitre, carbón vegetal y azufre en las proporciones adecuadas. Fuente de la imagen aquí.]



La pólvora posiblemente ya se manejaba en el siglo VII y en un libro taoísta del siglo IX se recomienda a los alquimistas no mezclar carbón vegetal, salitre (nitrato de potasio) y azufre debido a sus peligros pues “los que lo hicieron vieron explotar la mezcla, ennegrecer sus barbas y arder la casa donde trabajaban”. En el siglo XI se especifica por primera vez la composición en términos cuantitativos de la pólvora: 75,7 % de salitre; 14,4 % de carbón vegetal; y 9,9 % de azufre. Los chinos usaron la pólvora con fines rituales (petardos para espantar a los demonios y fuegos artificiales con finalidades similares) y en exhibiciones pirotécnicas para las grandes celebraciones, pero no utilizaron el poder destructivo de la pólvora en la guerra hasta el siglo XI (emplearon, por ejemplo, fusiles de bambú).


[Brújula china, con cuchara imán que representa a la Osa Mayor, y tabla adivinatoria con simbología Feng Shui. Procedencia de la imagen aquí]


En el siglo III a. C. hay textos chinos que se refieren a la piedra imán (magnetita) como la “piedra cariñosa” o la “piedra que copula”. Utilizaron los chinos los imanes con fines adivinatorios, la geomancia. Así, usaron agujas imantadas para hallar el que creían, según sus ideas, emplazamiento adecuado para una vivienda o una tumba. Emplearon tablas adivinatorias en las que un imán tallado en forma de cuchara pivotaba orientándose en el campo magnético terrestre (Norte-Sur). Esta aplicación mágica de la brújula hizo que permaneciera largo tiempo restringida para los iniciados en las artes secretas adivinatorias y no tuviera otras aplicaciones prácticas de interés. La tabla adivinatoria magnética pudo ser inventada a comienzos de nuestra era, adoptando el aspecto de una brújula, con su aguja imantada, entre los siglos IV y VI, aunque no puede asegurarse con certeza ya que no hay documentos que lo atestigüen, pues los jesuitas quemaron los manuscritos de geomancia en los autos de fe celebrados en el siglo XVII. Aunque muy posiblemente la brújula se emplea desde la época Han y es utilizada más tarde en la navegación (siglo X) no es hasta 1044 cuando hallamos un tratado (de tecnología militar) que describe el magnetismo terrestre y su capacidad de orientar una aguja imantada en una brújula del tipo “pez flotante” (la aguja es una fina y cóncava pieza de hierro magnetizada, con forma de pez, flotando en un recipiente con agua).

La pólvora, la brújula y la imprenta, ingenios de origen chino, tuvieron en Oriente unos usos iniciales muy distintos a aquellos, relacionados con la conquista de territorios, la exploración y la difusión o incluso dominio cultural, que alcanzaron en Occidente.




PARA SABER MÁS:

- La China antigua; E. H. SCHAFER; volumen dedicado a China en la obra Las grandes épocas de la humanidad. Historia de las culturas mundiales. Time_Life, 1974.
- Los grandes inventos; MICHEL RIVAL; Larousse, 2000.
- Referencia imprescindible para profundizar en la ciencia y tecnología china son los estudios de JOSEPH NEEDHAM.

jueves, 13 de junio de 2013

El pensamiento enérgico del científico

[JAMES CLERK MAXWELL, uno de los científicos más importantes del siglo XIX (artífice genial de la gran síntesis electromagnética: electricidad, magnetismo y luz), a los veintitrés años, cuando el joven escocés estudiaba en Cambridge; allí investigó los colores y elaboró una meritoria teoría cuantitativa del color. Poco después, en 1856, gana una plaza como profesor de Filosofía Natural (Física) en el prestigioso Marischal College de Aberdeen]




[Marischal College hacia 1900, en la ciudad escocesa de Aberdeen;
procedencia de la imagen aquí]


[Busto de JAMES CLERK MAXWELL en el Marischal College de Aberdeen.
Procedencia de la imagen aquí]



"Confío que gracias al estudio cuidadoso y diligente de las leyes naturales seamos capaces de huir de los peligros de las formas de pensamiento vagas e inconsistentes y adquiramos el sano hábito del pensamiento enérgico que nos permita reconocer el error en todas sus formas".

(JAMES CLERK MAXWELL, en su lección inaugural como profesor en el Marischal College de Aberdeen, Escocia. Citado en "Maxwell. La síntesis electromagnética"; Miguel Ángel Sabadell; RBA, 2013).

Sí, más que nunca necesitamos pensamiento enérgico.

viernes, 7 de junio de 2013

La ciencia como agente motivador

[Fuente de la imagen aquí]


Decía José Luis Sampedro en su diálogo con el prestigioso cardiólogo Valentín Fuster (La ciencia y la vida; Debolsillo, Barcelona, 2012) que "mientras el dinero sea el valor supremo de una civilización, que es lo que pasa en la nuestra, es muy difícil salir del hoyo". Y añadía: "De todas las motivaciones que en este momento son posibles, porque la religiosa ha perdido mucha fuerza, yo no veo más que la ciencia". Para nuestro inolvidable Sampedro, la ciencia, con sus atractivos, puede ser un importante agente motivador para muchas personas, porque obliga a pensar y proporciona el placer del descubrimiento.

Esto se obvia frecuentemente, la ciencia no sólo nos aporta conocimiento útil sobre el mundo y herramientas para la resolución de problemas más o menos complejos de toda índole (salud, materiales, energía...), sino que, en cualquier caso, nos invita a pensar, a ser críticos, tolerantes, abiertos y, qué importante, satisface nuestra curiosidad innata y nos da placer (haciéndonos la vida más llevadera y, por momentos, dichosa) al descubrir fenómenos, las leyes que los describen y relacionan y las teorías que los explican y que permiten hacer predicciones precisas. Y no sólo eso, la ciencia, el descubrimiento científico, nos abre nuevas puertas y nos obliga a plantearnos preguntas cada vez más profundas, nuevos retos. El ser humano, ser cultural complejo, necesita de estas búsquedas, porque la motivación y el placer están en la búsqueda sin término de respuestas.

Todo ello sin olvidar nuestra potente, y al mismo tiempo frágil, dimensión humana, que no puede dejar de ser reflexiva aun en este desquiciado y acelerado mundo. Aclaraba Sampedro que tenía mucho interés por la ciencia pero el cientifismo y el tecnicismo total causa daños al mismo tiempo que progresos.

Y aquí, inevitablemente, se me vienen a la cabeza los versos de Rosalía de Castro:


Luz e progreso en todas partes..., pero
as dudas nos corazós.

jueves, 30 de mayo de 2013

¡Gusanos y más gusanos!

Narra Robert Oppenheimer esta historia o cuento sobre cierto profesor de zoología de la Universidad de Múnich. Tenía este la costumbre de interrogar a sus alumnos sobre los gusanos. La cosa llegó a tal extremo que los estudiantes de zoología no se preparaban otro tema que no fuera el de los gusanos. Cualquiera de ellos debía saberse bastante información de anélidos, platelmintos y demás gusanos. Pero cierto día el profesor llamó a un estudiante y serenamente le dijo: "Hábleme de los elefantes". El alumno, pasmado, se atrevió a contestar: "El elefante es un animal muy voluminoso y tiene una trompa semejante a un gusano". Breve pausa y continúa: "Los gusanos pueden ser divididos en las siguientes clases...".

Buen quiebro...Y que no falte la imaginación.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Mónico Sánchez o la fuerza de la voluntad

Mónico Sánchez Moreno, inventor manchego de la primera mitad del pasado siglo, está de moda gracias al último libro del físico, divulgador científico y escritor Manuel Lozano Leyva, catedrático en la Universidad de Sevilla. El ingeniero eléctrico de Piedrabuena (en la comarca de Campo de Calatrava, Ciudad Real), don Mónico, es todo un ejemplo de fuerza de voluntad y de ganas de superar situaciones difíciles y deprimentes, de pobreza y carencias educativas entre otras, para alzar el vuelo, o navegar hacia tierras lejanas en busca de oportunidades con la cabeza llena de proyectos e ideas. Manuel Lozano más que contarnos la apasionante historia de este inventor manchego (ya de por sí magnífica; inventó un aparato de rayos X portátil usado con fines médicos en tiempos de guerra y fue pionero en la telefonía sin hilos) nos anima, y particularmente a la juventud española que tan áspera situación ha de afrontar en estos tiempos de dura y duradera crisis, a tirar hacia adelante y, allá donde fuere, sacar lo mejor de nosotros mismos para emprender nuestros proyectos. Al menos, que no dejemos de intentarlo. Un mensaje optimista que, la verdad, tampoco nos viene nada mal.


PARA SABER MÁS SOBRE MÓNICO SÁNCHEZ:



jueves, 9 de mayo de 2013

Los judíos y la ciencia

Traigo hoy a El devenir de la ciencia algunos fragmentos del prefacio y de la introducción del ensayo inédito de mi padre, Fernando Rivero Garrayo, Los judíos y la ciencia (Sevilla, 2002). Mi padre, catedrático en la antigua Escuela Normal sevillana y apasionado por la ciencia y su historia (particularmente de la física y la matemática), escribió este ensayo sobre médicos y científicos judíos pocos años antes de que nos dejara. ¿Qué mejor homenaje a tan honrado y sabio hombre que este de sacar del cajón unos folios de su obra y compartirlos con el mundo?



"Este ensayo tuvo su lejano origen en la curiosidad intelectual, cuando preparaba los cursos que impartí sobre historia de la ciencia y, en especial, sobre historia de la física. Entonces observé que había importantes judíos - Einstein, Freud, Cantor, etc. - que figuraban entre los científicos más sobresalientes. Más tarde, cuando me enteré de la enorme cantidad de éstos que emigraron de Alemania durante la desgraciada etapa del nazismo y, sobre todo, de los numerosos físicos judíos que formaron parte del llamado proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, mi interés por profundizar en este aspecto de la historia de la ciencia se incrementó y ello ha dado lugar al presente diccionario cronológico de científicos judíos.


[Georg Cantor; imagen de wikipedia]


[...]


En este ensayo no trataremos de la supuesta "ciencia judía", que contrapuesta a la "ciencia alemana", y usada de forma peyorativa, fue atacada por los físicos nazis alemanes - por otra parte premios Nobel los dos, lo que demuestra el perjuicio que hace a la ciencia la intromisión en ella de intereses políticos - Philipp Lenard (escribió una "Física alemana", en cuatro tomos) y Johannes Stark, en los años treinta, especialmente opuestos a la teoría de la relatividad de Einstein, el más famoso de todos los judíos entonces y ahora. La "ciencia judía", como tal, no existe, ya que los judíos que se dedicaron a la ciencia, especialmente a partir del siglo XIX, en que salieron de los guetos y pudieron mezclarse con los cristianos, se incorporaron a la comunidad científica del país de origen. Por otra parte, los científicos y médicos judíos trabajaron e investigaron como tales científicos y no como pertenecientes a una etnia o una religión judía, entre otras cosas porque muchos de ellos eran indiferentes a su religión heredada - aunque no como pertenecientes al "pueblo judío", como proclamó muchas veces, y hasta con peligro de su vida, Einstein -. Otros, por nacer ya cristianos debido a sus padres, o bien por insertarse en la sociedad en que vivían, se hicieron católicos o protestantes. [...]

El pueblo judío ha estado periódicamente sometido a la diáspora, debido a persecuciones y matanzas históricas. En 1290 fueron expulsados de Inglaterra, en 1306, y luego en 1394, de Francia, y en 1492, por orden de los reyes Fernando e Isabel, de España. En este último caso, los que no quisieron convertirse a la religión católica fueron expulsados. Alrededor de 200.000 judíos - aunque esta cantidad varía según los autores - fueron al exilio, especialmente a Portugal, países del norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez), Holanda, países balcánicos y Turquía. Estos "sefarditas" (de Sefarad, nombre hebreo de España) mantienen aún tradiciones de aquella época y hablan el dialecto judeo-español. Entre tanto, hubo bastantes juicios contra los judíos, muchos de los cuales, especialmente en España, acabaron en la hoguera; en otros casos, ni siquiera hubo juicios previos, sólo actuaciones represivas causadas por delaciones de algún cristiano sin motivo aparente, pero en realidad por motivos raciales, religiosos o económicos. Como botones de muestra citaremos la matanza de judíos que ocurrió en Sevilla (algo parecido pasó en otras localidades españolas, aunque con menos intensidad) en 1391, donde murieron unos cuatro mil judíos; los "pogroms" - palabra rusa que significa tumulto, y que se aplica a motines populares antijudíos - que hubo en Rusia en el siglo XIX; y, sobre todo, la persecución nazi que hubo en Alemania en los años de 1933 a 1945, donde se multiplicaron los campos de concentración y de exterminio, como en Auschwitz y en Treblinka, y donde perecieron - en lo que se llamó la "solución final" - alrededor de cuatro millones y medio de judíos (aparte de otros grupos como los gitanos), principalmente alemanes, y, en especial, polacos.

Esto no es una historia del pueblo judío y, por lo tanto, sólo nos referiremos a ella de pasada y trataremos de los judíos ante la ciencia. No obstante, de la población mundial judía, que en 1990 era de unos 18 millones (es decir, poco más del 0,3 % de la población total, residente principalmente en Estados Unidos, Israel y Rusia, por este orden), una proporción bastante importante han sido o son judíos dedicados a todas las ramas de la cultura, y muchos de ellos han destacado en sus respectivas especialidades.

[...]

Ha habido varios sabios judíos que revolucionaron un determinado campo del arte o de la ciencia. [...] Quizás fueron [tales "revoluciones"] una reacción subconsciente contra el ambiente cultural en que vivían, tratando de elevarse sobre aquellos que no reconocían en principio su valía. Entre ellos están: Karl Marx [...]. Georg Cantor (1845 - 1918),  matemático alemán, aunque había nacido en Rusia, personalidad muy religiosa - su padre se hizo protestante y su madre era católica - .  Con su teoría de conjuntos revolucionó la matemática de principios de siglo [XX], y no sólo ha tenido una gran transcendencia en esta ciencia sino también en la lógica; además se le deben los "números transfinitos" y la teoría de los números irracionales, en su época recibió muchos ataques de sus colegas matemáticos. Sigmund Freud (1856 - 1939), el famoso médico austriaco, que en 1938 tuvo que exiliarse al ser invadida su patria por los alemanes; fundó el psicoanálisis, que fue una revolución en el tratamiento de enfermos psiquiátricos y que tuvo un desarrollo enorme en los años de entreguerras, 1918 - 1939, aunque luego decayó algo por darle demasiada importancia a los aspectos sexuales y a la interpretación de los sueños (su hija Anna, desarrolló las teorías de su padre y fue una buena psicoanalista). Albert Einstein (1879 - 1955), el famoso autor de la Relatividad especial (1905) y de la Relatividad general (1916), una de las dos grandes revoluciones teóricas de la física, siendo la otra la física cuántica". [...]

(autor: FERNANDO RIVERO GARRAYO)

Algunos de los científicos cuyas biografías se tratan con mayor extensión, por su relevancia, en este ensayo, Los judíos y la ciencia, son: Bohr, Cantor, Cori, Ehrlich, Einstein, Feynman, Freud, Haber, R. Hertz, Maimónides, Meitner, Michelson, von Neumann, Oppenheimer, etc.



viernes, 26 de abril de 2013

Una cetona con forma de pingüino

[Fuente de la imagen aquí]


La pingüinona o penguinona (penguinone en inglés)  es una cetona (3,4,4,5-tetrametilciclohexa-2,5-dienona) con forma de pingüino. Basta con echarle una pizca de imaginación. 

A propósito, ayer fue el Día Mundial de los Pingüinos, simpáticas aves australes.

Más compuestos químicos con nombres curiosos y divertidos aquí.



lunes, 22 de abril de 2013

Leer ciencia

Permitidme que en esta ocasión, y sin que sirva de precedente (como solía decir mi padre), me salte las reglas y en vez de recomendar algún libro que me haya gustado especialmente (mañana, 23 de abril, es el Día Internacional del Libro) mencione (recomendación intuitiva, al fin y al cabo) un libro que me gustaría leer, saborear, cuando disponga de algo de sosiego.

Se trata de Ciencia en grageas (Ed. Turpial, 2012), de JAL, es decir, José Antonio López Guerrero, profesor de Microbiología y activo divulgador científico, al que conocemos bien gracias a su microespacio Entre probetas, en RNE 5, y por ser colaborador de A hombros de gigantes, en la radio pública española. Garantía más que suficiente para que confiemos en estas grageas científicas que nos propone, sin efectos adversos, JAL.

El libro divulgativo, que supongo tendrá el estilo directo, ameno y ágil característico de su autor para aliñar un producto pleno de rigor científico, se estructura en casi 200 apartados de unas 300 palabras cada uno, organizados en los siguientes bloques temáticos:

- ¿Somos lo que dicen nuestros genes? Sé lo que ocurrió en genética.
- De transgénicos y otros monstruitos. Sé lo que ocurrió en transgénesis.
- Terapia celular, medicina regenerativa, clonación. Sé lo que ocurrió en células madre.
- Salud. Terapias y buenos hábitos. Sé lo que ocurrió en biomedicina.
- Virus, infecciones, epidemias y vacunas. Sé lo que ocurrió en virología.
- Lo más grande, en lo más pequeño. Sé lo que ocurrió en microbiología.

En los diferentes apartados (el autor ha dejado bastante material para un próximo libro) se plantean sugestivas cuestiones como: ¿qué es la epigenética?; ¿se puede resucitar a una especie extinta?; ¿está nuestro comportamiento sexual impreso en los genes?; ¿dónde están los virus cuando no están en nosotros?; etc. "Grageas" científicas "para consumir entre comidas". Un agradable tratamiento para ponerse al día en los últimos avances de la genética, la microbiología y la biomedicina, disciplinas inmersas en una revolución científica que ya está en marcha, con importantísimas aplicaciones y enorme interés social. La medicina del siglo XXI no será capaz de resolver todos los grandes retos que hoy tenemos pero, sin duda, será muy diferente a la del pasado siglo.

jueves, 18 de abril de 2013

Diseccionando el tiempo



Estamos de enhorabuena con Docufilia, programa emitido en RTVE, un oasis fresco y gratificante en el desierto televisivo cuya aridez nos seca la imaginación. Aquí, en Docufilia, encontramos cobijo los espíritus curiosos y con sed de conocimiento.

Dejo los enlaces a un magnífico documental, en dos partes, sobre el tiempo, su medida precisa, su percepción, o la incapacidad del ser humano para percibir sucesos que ocurren en una minúscula fracción de segundo: Impacto final.


domingo, 14 de abril de 2013

José Luis Sampedro entre nosotros

No nos ha cogido del todo por sorpresa la triste noticia del fallecimiento del escritor y economista José Luis Sampedro. Economista heterodoxo, poco convencional, al menos para nosotros, los que sabemos muy poco de la ciencia económica pero que, en mayor o menor grado, padecemos los desatinos de los economistas al servicio de los poderes financieros que dirigen nuestro sufrido devenir. Un economista que, según sus propias palabras, pertenece a esa mitad que ha tratado de hacer menos pobres a los pobres.

[José Luis Sampedro. Fuente de la imagen aquí (www.tercerainformacion.es)]

La avanzada edad del lúcido escritor y su delicado estado de salud hacían presagiar un final próximo, y como hace años había quedado prendado con Sampedro en una entrevista que le hizo en televisión Jesús Quintero, y nunca había leído nada de él, pensé que debía hacerlo sin demora, me apetecía leer alguna de sus novelas antes de que nos dejara. Es por ello por lo que hace un año degusté una de sus primeras obras, publicada en el ecuador del pasado siglo, Congreso en Estocolmo. En la novela, un profesor de matemáticas acude a la capital sueca para asistir a un importante congreso científico. Pero en aquellas lejanas tierras septentrionales no sólo acude a conferencias, sino que descubre a personas que tienen visiones particulares, muy distintas de las suyas, del mundo. Conecta con sus inquietudes y emociones y él mismo sufre una sacudida interior, un sismo emocional. No me decepcionó el relato, más bien me abrió el apetito para futuras lecturas de otras obras de  Sampedro (véase mi entrada De Estocolmo a la Luna).

Humanista, hombre crítico y empeñado en usar el poder de la razón para el beneficio de las personas, su bienestar, la integración social de los más desfavorecidos (o los más castigados por la codicia de los especuladores). Pensaba José Luis Sampedro que la ciencia y la tecnología han evolucionado extraordinariamente pero, sin embargo, no hemos sabido vivir en paz, respetándonos unos a otros y al medio ambiente. Ésa fue la tónica general del pasado siglo. ¿Estamos dispuestos a cambiar en este?


RECOMENDAMOS:



jueves, 4 de abril de 2013

Ese gigantesco número, llamado de Avogadro (II)



En una entrada anterior analizábamos un interesante ejemplo ilustrativo de lo realmente gigantesco, difícil de imaginar, que es el número de Avogadro. Añadimos ahora algunos ejemplos más, no menos sorprendentes.

Pensemos en una pequeña gota de agua. Supongamos que 1 mL o cm3 contiene una veintena de esas gotas. Así, el volumen de una gotita del líquido de la vida sería de 1/20 centímetros cúbicos, es decir, 0,05 cm3. Puesto que 1 mol de agua, que equivale a 18 gramos de esa sustancia o 18 cm3 (la densidad del agua líquida es 1 g/cm3), contiene un número de Avogadro de moléculas, 6,02 por 10 elevado a 23 (aproximadamente), es fácil calcular que en una gota de agua, con un volumen de unos 0,05 cm3, hay aproximadamente 1,67 por 10 elevado a 21 moléculas de H2O. O si lo prefieren, 1670 millones de billones o 1670 trillones (difícil de imaginar, ¿verdad?).

Recurramos a otros ejemplitos. Cien folios de los que usamos para nuestros trabajos escolares tienen un grosor aproximado de 1 cm (compruébenlo). Pues bien, si apiláramos (dejemos trabajar ahora a la imaginación) un mol de hojas, o sea, 6,02 por 10 elevado a 23 hojas de papel, llegaría a una altura de más de 6 por 10 elevado a 21 cm, o 6 por 10 elevado a 16 km: ¡60.000 billones de km!

Y una de juego de azar. Si introducimos en una bolsa un par de docenas de bolas numeradas del 1 al 24 y nos dedicamos a extraer, sin mirar, al azar, todas ellas, una tras otra, la probabilidad de que las saquemos en orden (1, 2, 3, ..., 24) es aproximadamente de 1 entre ese gigantesco número de Avogadro; como suponíamos, pequeñísima.

Encontramos más ejemplos curiosos en Historias de la ciencia, blog de Fernando del Álamo.

Os dejo, amigos. Tal vez dediquemos otra entrada a los aspectos históricos relacionados con este gran número que lleva su nombre en honor de Avogadro, insigne físico y químico italiano de la primera mitad del siglo XIX, cuyos trabajos resultaron ser cruciales para la química, cimentada en la teoría atómica, que no puede entenderse sin una distinción clara entre átomos y moléculas.

Comenzamos con una gota de agua. Por cierto, llueve.

sábado, 23 de marzo de 2013

Conciencia pública (ciencia en RTVE)

Aunque la radio y televisión públicas españolas se han visto afectadas, como todo, por esta crisis económica y de valores que padecemos, siguen siendo una referencia en la divulgación científica y cultural de calidad, con programas imprescindibles como Tres 14 y Redes (en televisión) y A hombros de gigantes (en radio).

Merece la pena darse una vuelta, sin prisas, por la web de RTVE, en su sección de noticias de Ciencia y Tecnología. Allí encontramos, amén de la actualidad científica, enlaces a vídeos, audios y blogs, así como a documentales y a una excelente galería fotográfica. En "Atajos de interés" hallamos enlaces a programas atractivos como Ciencia al cubo, Biodiario, Entre probetas y otros.

No podemos pasar por alto la sección de la joven divulgadora América Valenzuela, que viene desarrollando una encomiable labor en la radio e internet (@A_Valenzuela, en twitter), quien nos da algunos porqués, tales como la composición de la fumata blanca y la negra (que nos dio un Papa albiceleste), la causa de nuestra fascinación por los pechos o si el café causa hipertensión o no, entre otros. Aquí la ciencia se disfruta.




sábado, 2 de marzo de 2013

Boreal

Es este un año de gran actividad solar y una consecuencia de ello, de conmovedora belleza, son las auroras polares.

El meteorólogo y divulgador José Miguel Viñas (que ahora imparte un interesante curso de nubes interactivo en twitter, #cursodenubes) en su siempre recomendable web www.divulgameteo.es nos dice de este magnífico fenómeno:

 "De los muchos alicientes que tiene viajar a las regiones polares, uno de ellos es, sin duda, la observación de las bellas auroras, cuyo despliegue policromo tiñe de colores el cielo nocturno estrellado. El fenómeno luminoso tiene lugar en la parte más alta de la atmósfera, a alturas superiores a los 100 kilómetros, por lo que puede considerarse de naturaleza meteorológica, aunque en íntima relación con la Astronomía. El sol es el principal director de orquesta.

En torno a las auroras se han construido multitud de leyendas. En algunas culturas nórdicas se pensaba que las almas de los muertos, que habitaban por encima de la atmósfera, danzaban con unas antorchas encendidas para guiar los pasos de los nuevos espíritus. Dichas antorchas eran justamente las auroras polares, llamadas también las luces del Norte. En Finlandia llaman “revontuli” a la aurora boreal, una expresión que tiene su origen en una fábula lapona y que tomaría el significado de “fuego del zorro”. Según cuenta la leyenda, los rabos de los zorros que corrían por los montes lapones, se golpeaban contra los montones de nieve y las chispas que salían de tales golpes se reflejaban en el cielo. Hubo que esperar hasta principios del siglo XX para encontrar una explicación científica satisfactoria del fenómeno, que fuera más allá de las creencias populares.

Las auroras son el resultado de la interacción del viento solar con la atmósfera terrestre. Dicho viento no es más que un chorro muy energético de partículas eléctricas que irradia el sol en todas las direcciones y que intercepta la Tierra a su paso. Dicho plasma contiene protones y electrones que viajan por el espacio a velocidades superiores a los 300 km/s, empleando unos 4 días en recorrer los aproximadamente 150.000.000 km que nos separan del Sol. La Tierra genera a su alrededor un potente campo magnético que actúa como un escudo protector, y que es el encargado de desviar hacia los dos polos magnéticos todo ese flujo de partículas. Los electrones, que son los que viajan más rápido, golpean, por así decirlo, las moléculas de aire que en pequeñas cantidades se encuentran en la parte más exterior de la atmósfera, y el resultado de dicho impacto es la emisión de luz y la formación de las auroras"
.

[Para leer completo el artículo de José Miguel Viñas pínchese aquí]





Y como en El devenir de la ciencia nos interesa sobremanera la relación entre la ciencia y el resto de la cultura dejo aquí el enlace al poema Reflexión nocturna en ocasión de una gran aurora boreal, del gigante ruso del siglo XVIII Mijaíl Lomonósov.

Por último os dejo una muestra de las sutiles y bellas voces boreales del grupo finlandés Kardemimmit. Cuatro femeninas voces finesas:


sábado, 23 de febrero de 2013

Científicos andaluces en la historia: José Celestino Mutis y la Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada

Al acercarse el 28 de febrero, Día de Andalucía, creo preciso recordar que nuestra luminosa tierra andaluza no sólo ha dado a la historia excelentes, y célebres, poetas y pintores, bien conocidos por todos, sino también, en el transcurso de los siglos, notables científicos, muy injustamente desconocidos por los propios andaluces y por los autores de los libros de texto, que no los nombran: Columela, Averroes, Monardes, Alonso Barba, Benito Daza, Ulloa, etc. Y, uno de los más eximios, José Celestino Mutis, médico, botánico y difusor de las ideas modernas en filosofía natural, que llevó a Nueva Granada (actual Colombia, donde es más conocido y valorado que aquí).

Os dejo, amigos, este excelente documental sobre la Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada:



viernes, 15 de febrero de 2013

Ese gigantesco número, llamado de Avogadro (I)

Cuando uno resuelve un problema de física o química debe dedicar unos instantes (tal vez algo más) a valorar el resultado obtenido, porque este puede ser una incongruencia o disparate consecuencia de algún error que hayamos cometido, pero acaso la solución correcta al problema nos proporcione alguna conclusión interesante o incluso sorprendente. Esto último me sucedió recientemente con un problema sobre la constante de Avogadro o número de entidades elementales o partículas (átomos, moléculas, iones...) que hay en un mol de cualquier sustancia. Ya sabía que el "numerito" (6,022 multiplicado por 10 elevado a 23, aproximadamente, o lo que es lo mismo, 6022 seguido de una veintena de ceros) era bien grande, inmenso, pero el resultado de este problema al que hago referencia me dejó atónito.


[Fuente de la imagen aquí (La Ciencia y sus Demonios)]


Se trataba de calcular el número de moléculas de amoniaco (NH3) que hay en un frasco de 1 L con este gas, a 27 º C, en el que se ha hecho el vacío hasta que la presión es de tan sólo una milésima de mm de Hg (recordemos que la presión atmosférica a nivel del mar es de 1 atm o 760 mm de Hg, como mostró Torricelli a mediados del siglo XVII). El problema es de sencilla resolución; basta aplicar la ecuación de estado de los gases ideales (a tan baja presión el amoniaco tiene comportamiento de gas perfecto): pV = nRT. Expresamos la presión del gas (p) en atm, el volumen que ocupa (V), el del recipiente, en L, y la temperatura en kelvin (K); R es la constante de los gases ideales y vale 0,082 atm L/K mol. Obtenemos un resultado de 5,3 por 10 elevado a -8 moles de NH3. Una miseria. Pero lo bueno viene ahora. Teniendo en cuenta que un mol de amoniaco (y de cualquier otra sustancia) contiene un número de Avogadro de moléculas, encontramos que en ese frasco en el que se había reducido la presión hasta 0,001 mm Hg hay 3,19 por 10 elevado a 16 moléculas de NH3 (¡y se había hecho el vacío!). Sí, en ese "vacío" hay unos 30.000 billones de minúsculas moléculas de NH3. Un resultado que no nos puede dejar indiferentes, pues es enorme, habiéndose hecho el vacío. Un vacío que no lo es tanto sencillamente por lo gigantesco (difícilmente imaginable) que es ese número que se llama de Avogadro gracias al homenaje que le dedicó Jean Perrin a comienzos del siglo pasado, dándole el nombre del físico y químico turinés.



[Fuente de la imagen aquí]


No os perdáis esta canción: "Rock me Avogadro".

jueves, 14 de febrero de 2013

Salud y enfermedad. Lo que debemos saber.

La mayoría de nosotros desearía vivir más, pero no de cualquier forma. El objetivo no puede ser otro que vivir más y mejor. La ciencia biomédica tiene mucho que decir al respecto en las próximas décadas y se habla ya incluso de una medicina personalizada. Hoy, salud no es simplemente ausencia de enfermedad, sino que es un concepto más amplio: bienestar físico, mental y social.

Como introducción al asunto os dejo una excelente presentación y el enlace a "Medicina personalizada", en Tres 14 (pincha aquí).


martes, 12 de febrero de 2013

Encuentro "esotétrico" (o cómico)

[Fuente de la imagen aquí]

Antonio Rivero Taravillo, en su blog Fuego con Nieve, incluye su última columna en el diario El Mundo (8 - 2 - 2013), que acertadamente titula "El retorno de los brujos". Comienza así:

"Estos días, y hasta el domingo, como en una Feria de Abril adelantada, los sevillanos podemos ir al barrio de los Remedios a ver un circo que ya no se llama Mundial o Americano, sino Encuentros Esotéricos. En el Museo de Carruajes de la Plaza de Cuba hacen coro, cada cual con el chirriante son de su disciplina, brujos y videntes que no solo ofrecen sus tenderetes sino que también dan conferencias, asegura el prospecto que me han dado en la calle como si se tratara de una medicina contra la seriedad, una vitamina descacharrante".

No tiene desperdicio. Para leerla completa pínchese aquí


En El devenir de la ciencia: "Ciencia y espiritismo en el siglo XIX".

martes, 29 de enero de 2013

Algunas consideraciones sobre el efecto invernadero

Nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs), dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y monóxido de dinitrógeno (N2O, impropiamente llamado "óxido nitroso") principalmente, están provocando un peligroso aumento de sus concentraciones en la atmósfera, con el consiguiente desequilibrio energético del planeta y, por tanto, con un aumento (antropogénico) de la temperatura media de la Tierra, lo que llamamos calentamiento global. En los últimos cien años el incremento en la temperatura media del planeta ha superado los 0,7 ºC. No parece mucho pero es un dato muy a tener en cuenta, sobre todo porque la tendencia es al aumento.  Podríamos adaptarnos sin demasiados problemas a un incremento de unos 2 ºC, lo cual es previsible que suceda en los próximos 40 años (tal vez 50), pero un aumento de más de tres grados tendría consecuencias muy negativas como, por ejemplo, una mayor virulencia de los fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, tornados, tifones y otros). Consecuencias medioambientales graves pero también, sin duda, económicas y sociales (¿nos espera un futuro de hambrunas, refugiados climáticos y conflictos?). Pero no pretendemos hablar aquí de los impactos del actual cambio climático antropogénico. Sí, porque los científicos concluyen que la actividad humana es en gran medida responsable de este calentamiento global del planeta. Cuanto más tiempo transcurra sin tomarse las medidas adecuadas más difícil será frenar el incremento de la temperatura en las próximas décadas. Y los expertos ya indicaron hace más de un lustro cuáles eran: sustitución de las centrales térmicas y aumento progresivo del empleo de las fuentes de energía renovables, obtención de energía de centrales nucleares de última generación, mayor uso de los transportes públicos, elección preferente del tren para las mercancías, motores más eficientes, mejorar la orientación y el aislamiento de los edificios, así como sus sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación, reforestación, etc.. Los ciudadanos tenemos mucho por hacer y, sobre todo, los políticos que nos gobiernan (y que nosotros elegimos).

La concentración actual de CO2 (gas que representa más del 70 % del total de las emisiones de GEIs y es liberado a la atmósfera como consecuencia de la quema de combustibles fósiles para los transportes o para la producción de electricidad en las centrales térmicas) en la atmósfera es de unas 370 ppm (partes por millón). Se ha estimado que si el objetivo fuera no superar las 535 ppm en 2030 el coste sería el 0,12 % de la riqueza mundial. 


[Fuente de la imagen: Wikipedia] 


 Pero a pesar de lo dicho anteriormente nadie debería llegar a la precipitada conclusión de que el efecto invernadero es perjudicial para la vida en la Tierra. Sería un gran error. Precisamente la vida en nuestro planeta es posible gracias a los gases de efecto invernadero, que hacen que la temperatura media de la Tierra sea de unos 15 ºC en vez de los -18 ºC que sufriría el planeta en ausencia de CO2 y otros gases de efecto invernadero, es decir, estamos hablando de una diferencia de 33 grados, nada más y nada menos. Resulta que, como es lógico, todo depende de la concentración de estos gases en la atmósfera, haciéndose válido, si se me permite, el antiguo lema iatroquímico, de Paracelso, de que la dosis hace el veneno. En el Sistema Solar los planetas que presentan efecto invernadero son, además de nuestro querido planeta azul, Venus y Marte, los más parecidos y próximos a la Tierra, pero con notables diferencias. Nuestro vecino Venus (más cercano al Sol) tiene una atmósfera muy densa y rica en CO2 (un 95 %), de manera que su temperatura promedio es de unos 500 ºC, en lugar de los 50 ºC que tendría si careciera de atmósfera. Aquí pues el efecto invernadero es brutal. Todo lo contrario ocurre en el planeta rojo. La atmósfera de Marte es muy tenue, con muy escasa presencia de dióxido de carbono, de manera que en aquel frío planeta rocoso la temperatura media es de -50 ºC, situación no mucho más favorable que la que tendría en ausencia completa de atmósfera: - 60ºC.

Para comprender bien el efecto invernadero es imprescindible conocer cuál es el balance de energía en nuestro planeta. Y para ello hay que tener en cuenta el Sol, nuestra fuente de energía externa (proveniente del espacio), la Tierra, y su atmósfera. Asimismo tengamos presente que según sea la temperatura de un cuerpo así será la cantidad de energía que emite. En dicho balance energético hemos de considerar el flujo de energía entrante y el saliente. Si ambos se igualan la Tierra estará en equilibrio térmico, con una temperatura promedio estable. Pero si, como sucede, nuestro planeta absorbe una cierta cantidad neta de energía (predomina el flujo entrante sobre el saliente) el calentamiento global, en mayor o menor medida, está asegurado.

De la radiación proveniente del Sol una importante fracción es reflejada en la atmósfera (nubes y aerosoles o partículas sólidas en suspensión) y por la superficie terrestre (hielo y nieve principalmente). Este albedo supone un 30 % aproximadamente y, por tanto, es energía que no es absorbida por la superficie terrestre. Así la energía total entrante (la radiación que es absorbida por la superficie) es de 494 W/m2 (vatios por cada metro cuadrado; aunque el W es la unidad de potencia en el Sistema Internacional de Unidades, suele usarse para la radiación, de manera que si queremos calcular la energía por unidad de superficie en J/m2 sólo hemos de multiplicar los W/m2 por el tiempo en segundos, 3600 s para un periodo de una hora u 86400 s si se trata de un día). Esta cantidad es la suma de los 161 W/m2 que nos llegan del Sol y los 333 W/m2 provenientes de la atmósfera. Este último valor es ciertamente elevado y es así por el efecto de los gases de invernadero. El CO2 permite el paso de la luz solar y de buena parte de la radiación térmica o infrarroja solar, de longitud de onda más corta que la emitida por la superficie terrestre, pero absorbe la radiación infrarroja emitida por la Tierra, de longitud de onda más larga. Cuando la radiación es absorbida por las moléculas es transformada en energía cinética y potencial de dichas particulas. En particular se generan movimientos de vibración y de rotación. La energía total saliente de la Tierra es de 493 W/m2, suma de 17 W/m2 (convección), más 80 W/m2 (calor latente de evaporación) y 396 W/m2 (radiación infrarroja de la superficie terrestre). Si hacemos la diferencia, energía entrante menos energía saliente, 494 W/m2 menos 493 W/m2, vemos que 1 W/m2 (es un valor aproximado y promedio) será la absorción neta por la superficie terrestre. Este hecho implica un calentamiento o aumento de la temperatura media del planeta. Aunque esa cantidad parezca insignificante no olvidemos que viene expresada por metro cuadrado. Basta multiplicar por todos los m2 de la superficie terrestre y nos daremos cuenta de que el asunto es serio. De hecho ya son patentes algunos fenómenos derivados del calentamiento del planeta, como el aumento de la temperatura de los océanos o la fusión parcial de los glaciares y del hielo en el Ártico. Un aumento de la concentración de GEIs en la atmósfera provocaría una mayor absorción neta de energía por la superficie terrestre y, por tanto, un mayor y peligroso incremento de la temperatura media de nuestro planeta.

Por último no dejemos de comentar lo poco afortunado de la denominación de efecto invernadero para este fenómeno atmosférico, porque lo que ocurre en un invernadero de plantas es bastante diferente. En un invernadero artificial de este tipo las plantas se desarrollan gracias a que el calentamiento se logra al evitarse la pérdida de calor por convección del aire (el plástico o el vidrio que lo encierra la evita). En la atmósfera, el CO2 y los demás GEIs absorben la radiación infrarroja, permitiendo la atmósfera la convección (y de hecho juega un importante papel en ella).


PARA SABER MÁS:

- "El fin de la ciencia". Parte III; capítulo 9. MANUEL LOZANO LEYVA. Debate (2012).

- "La física en la vida cotidiana". Capítulo 6. ALBERTO ROJO. RBA (2010).

-  " ¿Estamos cambiando el clima?". JOSÉ MIGUEL VIÑAS. Sirius (2005).

- "Introducción a la Meteorología". Capítulo 75. JOSÉ MIGUEL VIÑAS. Almuzara (2010).


EN INTERNET: